Marcelo Barolin es músico, toca la viola y es trabajador de la Orquesta Sinfónica de Entre Ríos. Participó de nuestro programa radial “UPCN con vos” para comentar los pormenores de este particular organismo de la administración pública, sus luchas y conquistas de la mano de UPCN. Entre la que se destaca fundamentalmente, el nuevo reglamento de la orquesta, una conquista del Gremio junto a lxs trabajadores de la música.
“Es una satisfacción, es un trabajo que venimos haciendo desde la orquesta con la ayuda del gremio desde hace cinco años aproximadamente, intentando obtener el tener un nuevo reglamento. La orquesta tiene una reglamentación de los años 60, que es la que estaba vigente, con cientos de modificaciones de leyes posteriores que regulan la actividad de la administración pública general. Entonces, cuando había situaciones en las que se debía dilucidar cuál era la reglamentación aplicable era un rompecabezas, había que buscar por ejemplo una la liquidación antigua que está modificada muchas veces. Entonces a veces era hasta arbitraria esa aplicación debido al desconocimiento”, introdujo Marcelo Barolín.
“Eso fue lo que se impulsó, el principio para ordenar a los miembros de la de la orquesta e impulsar un reglamento que sintetizara todas estas modificaciones que se fueron dando a lo largo de los años. Otro de los puntos sobre los que se trabajó fue que se tengan en cuenta las actividades particulares que tienen todos los integrantes de la orquesta y específicamente los músicos, que obviamente son muy diferentes a las actividades que desarrollan los trabajadores de la administración pública en general”, dijo Barolín.
CONCURSOS
“Estamos muy contentos de que se haya logrado y materializado este reglamento. Esto es la participación de los integrantes de la orquesta que ha quedado plasmada en la normativa”, dijo Marcelo Barolín expresando la satisfacción de esta conquista y agregó: “No había un régimen de concursos escrito para el ingreso a la orquesta, siempre se hacían concursos en forma tradicional pero no estaba escrito como tenía que ser, como debía ser elaborado o como se llevaba a cabo. Desde la orquesta participamos de muchas reuniones y cotejando con los reglamentos de otras orquestas realizamos un reglamento de concursos que fue aprobado, si mal no recuerdo en el 2015. En la administración pública, la orquesta es uno de los pocos organismos que concursa”.
El músico comentó con lujo de detalles cómo se evalúan los ingresos a la Orquesta Sinfónica: “Vienen de afuera expertos reconocidos que participan del jurado a la hora de decidir quién entra y quién queda fuera. El reglamento ha traído mucha claridad a la hora de decidir, es buenísimo".
LEY DE GRADOS
En cuanto al trabajo que aún queda por hacer el artista expresó: “Quedó pendiente lo que nosotros llamamos ley de grados, que viene a solucionar el problema de la carrera. En la orquesta no hay carrera, uno ingresa con una categoría y a lo sumo a los 30 años de servicio puede pasar a otra, con suerte. En la orquesta se manejan cuatro categorías pero la movilidad está reducida porque la categoría la otorga la función que uno ocupa en la orquesta. Por ejemplo, yo toco la viola y mi categoría es esa, yo no podría nunca ser director de la orquesta o tampoco podría ser concertino, porque el concertino es solamente el violín, entonces no puedo pasar de categoría. Para solucionar esto propusimos implementar categorías horizontales que se llaman grados. Nosotros tomamos y copiamos lo que está ya hace varios años funcionando en la Orquesta Nacional Argentina. Hace mucho ellos vieron esta situación y la solucionaron así, generando grados horizontales en los cuales uno va avanzando a medida que pasa el tiempo y también mediante la evaluación del desempeño de cada uno de los trabajadores. Esto nos quedó pendiente, cuando vino la pandemia no se pudo plasmar, así que a eso estamos abocados ahora”.
PANDEMIA Y PROTOCOLOS
Respecto del trabajo de la Orquesta durante la pandemia, el trabajador de la música comentó que “Hubo que adaptarse para poder seguir, trabajamos haciendo streaming cada uno desde sus casas grabando piezas. Ahí se sintió un poco que la tecnología no estaba -por lo menos al principio de la pandemia- a la altura”.
“Fue una de las de las orquestas que primero implementó protocolos para volver a trabajar en forma presencial, trabajó mucho el director y trabajó también el gremio, ellos presentaron el proyecto y nosotros aportamos en lo que consideramos que faltaba, como la distribución. Por ejemplo, cuando uno cuando habla emite gotitas de fluidos, cuando uno sopla una flauta debido a la presión que lleva la distancia que esparce de eso es mucho más grande y la posibilidad de contagio es mucho mayor. Así, hay un montón de cuestiones que son muy específicas para el protocolo de la orquesta”, concluyó el violista.