Esta
epidemia representa un riesgo laboral para los trabajadores del sector público
que pueden estar expuestos al virus durante su trabajo.
El
brote de la enfermedad del coronavirus (COVID-19) se ha extendido desde China a
dos docenas de países en menos de dos meses. Ha habido decenas de miles de
casos confirmados y más de mil muertes. Esta epidemia representa un riesgo
laboral para los trabajadores del sector público que pueden estar expuestos al
virus durante su trabajo. Los años de recortes y de financiación insuficiente
de los sistemas de salud pública, presentan un riesgo para la seguridad y la
salud de los trabajadores de la salud y sus familias en todo el mundo.
Los
anteriores brotes de enfermedades transmisibles altamente infecciosas han
demostrado que los resultados de la salud pública mejoran significativamente
cuando se respetan los derechos laborales y los sindicatos pueden representar
eficazmente a los trabajadores de la salud y especialmente a aquellos expuestos
a la enfermedad.
Los
riesgos para la salud pública aumentan: cuando los trabajadores no pueden
actuar colectivamente para hacer frente a los riesgos para la seguridad y la
salud en el trabajo; cuando no se proporciona equipo de protección personal
(EPP) completo y adecuado a todos los trabajadores que pueden entrar en
contacto con personas infectadas; cuando no se concede a los trabajadores una
licencia por enfermedad adecuada; cuando no se les paga si se ponen
voluntariamente en cuarentena; cuando los gobiernos y los empleadores se niegan
a aplicar el principio de precaución, no proporcionan información transparente
y detallada sobre el estado del virus y los riesgos y cuando los gobiernos y
los empleadores no hacen participar a los representantes de los trabajadores en
la elaboración de políticas de seguridad y salud en el trabajo y en la salud
pública.
Tomar
medidas
La
prevención y el control eficaz de las infecciones son fundamentales para
salvaguardar la seguridad en el lugar de trabajo en el sector de la salud. Los
gobiernos y los empleadores tienen la responsabilidad de asegurar que se
apliquen todas las medidas y procedimientos de prevención y protección
necesarios. Y nosotros, como trabajadores, estamos obligados a seguir los
procedimientos de seguridad y salud ocupacional establecidos y a utilizar los
protocolos proporcionados.
El
respeto de los derechos sindicales y laborales debe ser un elemento central de
la respuesta al brote de COVID-19 en todos los países. Esto es importante para
que los trabajadores puedan defender la aplicación sin ambigüedades de medidas
de prevención y control de infecciones claramente definidas y puedan retirar
sus servicios cuando los gobiernos y los empleadores privados no tomen las
medidas necesarias para salvaguardar la seguridad y la salud ocupacional de los
trabajadores.
Las
afiliadas de la ISP han estado tomando medidas para ayudar a proteger a sus
miembros. Han; promovido el asesoramiento general (inglés) publicado
boletines educativos (inglés) alentado a los miembros a mantenerse informados (inglés), proporcionado directrices clínicas, y proporcionado información para los diferentes cuadros de trabajadorxs de
la salud y asesoramiento sobre el uso de equipo personal preventivo (inglés).
Los
sindicatos también han negociado convenios colectivos que permiten a los
trabajadores afectados recibir una licencia especial remunerada en Victoria
(Australia). Y en Hong Kong, la Alianza de Empleados de la Salud de Hong Kong
se embarcó en una huelga para exigir que se establecieran medidas adecuadas de
salud y seguridad, con el apoyo solidario de la ISP.
La
ISP seguirá facilitando el intercambio de información y experiencias de los sindicatos.
Y daremos la máxima prioridad a la solidaridad con los trabajadores cuando
tengan que luchar para garantizar que sus preocupaciones en materia de
seguridad y salud en el trabajo se aborden de lleno.
La
Internacional de Servicios Públicos apoyará a nuestras afiliadas de todo el
mundo para:
Mantenerse al día con la orientación· técnica de
la Organización Mundial de la Salud[1] y seguir los informes diarios
de situación de la
OMS
Velar por que las directrices nacionales de gestión clínica se basen en las
directrices de la Organización Mundial de la Salud e integren medidas de otros
documentos pertinentes, como las «Respuestas· prácticas y administrativas a una enfermedad infecciosa en el lugar
de trabajo» de la OIT,
publicadas durante el brote de SRAS de 2004
Promover
la conciencia de los miembros sobre los «·derechos, funciones y responsabilidades de lxs trabajadorxs de la salud,
incluidas las consideraciones fundamentales en materia de seguridad y salud en
el trabajo». (en
inglés)
Presentar
medidas para salvaguardar el empleo y las condiciones de trabajo de los
trabajadores en la respuesta COVID-19, para la negociación colectiva·
Instar
a los gobiernos a:·
·
reunirse
con representantes de los sindicatos y, en particular, con los sindicatos que
representan a los trabajadores que pueden estar expuestos al virus en su
trabajo, incluidos los trabajadores de la salud, de centros de salud, de
servicios de emergencia, los trabajadores de los aeropuertos, las líneas aéreas
y el control fronterizo, de los hoteles y de los espacios públicos;
·
reconocer
que COVID-19 es una amenaza para la seguridad y la salud en el trabajo y que
los gobiernos y empleadores deben respetar todas las obligaciones detalladas en
los Convenios 155, 187 y 161 de la
OIT, así como en las Recomendaciones 194, 197 y 171 de la
OIT y el Protocolo del Convenio 155;
·
proporcionar
equipo de protección personal (EPP) completo a cualquier trabajador/a que pueda
entrar en contacto con personas infectadas o con cualquiera que provenga de una
zona infectada y proporcionar EPP adecuado a todos los trabajadores que
trabajen en zonas públicas o muy frecuentadas;
·
respetar
el derecho de los trabajadores a optar por no trabajar cuando su salud y
seguridad puedan correr peligro o cuando ellos o sus familias tengan problemas
de salud subyacentes que puedan verse agravados por el virus;
·
garantizar
que ningún trabajador, incluidos los del sector no estructurado, los trabajadores
ocasionales o subcontratados, sufran pérdida de salario o condiciones durante
cualquier período de cuarentena;
·
proporcionar
información transparente y oportuna a los trabajadores y sus sindicatos sobre
el número y la ubicación de las infecciones y la información más actualizada
sobre la enfermedad;
·
proporcionar
vacunas antigripales gratuitas a todxs lxs trabajadorxs que entren en contacto
con el público;
·
aumentar
los fondos destinados a los servicios de salud pública, incluida la
investigación de enfermedades infecciosas en el ámbito de la salud pública.
Esto
es sin perjuicio de nuestra preocupación compartida, planteada por la
organización Global Nurses United de
que la orientación de la OMS sobre la prevención y el control de las
infecciones para COVID-19 (que fue adaptada
de sus anteriores directrices sobre el MERS-CoV) podría no proteger
adecuadamente a los trabajadores de la salud.