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 22/04/2024   736

¿Qué significa la identidad de género? Es lo que siente cada ser humano, mujer u hombre, etc. y es con qué género se identifica, puede ser con el género masculino o el género femenino. ¿Y el sexo? Es la característica biológica con que nacemos, los genitales, que pueden ser varón o mujer, femenino o masculino, etc. ¿Y la orientación sexual? es cuál es nuestro gusto, si te gusta un hombre, una mujer, etc.

Por más simples que suenen estos conceptos, hoy tenemos que seguir repitiéndolos, no para imponer nada, si para vivir en una sociedad madurada, evolucionada y orgullosamente libre y pacífica.

Hoy a pesar de haber avanzado en materia de legislación y derechos a nivel mundial, en Argentina tenemos que seguir educando, capacitando, transmitiendo e informando estos conceptos, para eliminar y erradicar por sobre todas las cosas la discriminación, prejuicios, estereotipos pasados, que ya no tienen razón de ser en el mundo global de hoy, así como la gran desinformación hacia las personas trans, y lgtbq+ por tal razón,  hay que seguir luchando para empoderar a todos con el saber y el conocimiento, y porque una sociedad bien educada y bien informada es una sociedad inteligente, fuerte, más capacitada y libre, y por supuesto sin perder la conciencia social y la atención hacia los sectores más necesitados y vulnerables. Es decir, una libertad pero solidaria, con justicia e inclusiva. Eso es lo realmente importante.

 

LA LEGISLACIÓN ARGENTINA

El 13 de julio de 2023, se cumplieron 13 años del derecho al Matrimonio Igualitario en nuestro país. Fue en el año 2010, cuando la Ley de matrimonio igualitario se sancionó, y convirtió a la Argentina en el primer país de Latinoamérica en legalizar las uniones entre personas del mismo sexo. Luego seguido por países como Brasil, Uruguay, Colombia, Ecuador, Costa Rica (los EEUU en 2015) y en 2022 Cuba y Chile.

Así como el pasado 24 de junio se cumplieron 2 años de la sanción en 2021 de la Ley Nº 27.636 de Acceso al Empleo Formal para personas Transgéneros, Transexuales y Travestis "Diana Sacayán-Lohana Berkins", más conocida como Ley de Cupo Laboral Trans, y constituyó el resultado y la reivindicación de una lucha histórica por parte este colectivo.

Y por supuesto no podemos dejar de mencionar que el año pasado se cumplieron 10 años de la Ley de Identidad de Género, N° 26.743, que permite a toda persona el derecho de elegir su género autopercibido, el derecho, también, a su nombre autopercibido, y a ser tratada/tratado acorde con su elección de identidad, un derecho humano fundamental, esencial inalienable, inviolable e irrenunciable, un derecho humano en todo el sentido y alcance de la palabra.

Todas estas leyes producto de una lucha que aún hoy continúa, propia de los organismos trans, y lqtbq+ no binaries, fortalecen a la sociedad y la hacen más justa, saludable, avanzada y segura, y se transmuta hacia una nación más madura y evolucionada, lo cual no significa necesariamente que se respete en todos los ámbitos el apego a la ley, ésta es una tardea diaria por parte de todos y todas: el seguir el camino de perseverar en avanzar con la aplicación de las normas y derechos humanos e inclusivos, así como generar un mayor alcance en todos los territorios a nivel nacional. La formación profesional y capacitación constante para los colectivos trans (y por supuesto ya incluyamos a toda la ciudadanía, porque se amplía a toda la sociedad) es una tarea que debe proyectarse y actualizarse constantemente. El acceso a la universidad y a los estudios superiores es también un derecho innato para todas las personas.

Si bien la Ley de identidad de género incluye en el Art. 11, el acceso a la salud y a tratamiento hormonales para personas transgéneros, mediante los sistemas públicos de salud, ya sean estatales, privados o del subsistema de obras sociales; es importante recalcar que la Ley N° 4.238 de la Legislatura de CABA establece las pautas de atención médica respetuosa de las personas antes mencionadas (con inclusión de las lgtbq+).

Es decir, Igualdad de trato médico, digno y respetuoso a todos los pacientes transgéneros, y acceso a la información y a los tratamientos adecuativos hormonales en pos de la identidad de género de cada paciente.

 

POLÍTICAS DE TRABAJO E INCLUSIÓN

Actualmente la comunidad trans debe ser reconocida, respetada y valorada. El fortalecimiento de las personas trans se hace a través de medidas interdisciplinarias, a saber: políticas públicas que acompañen y garanticen la inclusión, capacitaciones a nivel nacional desde el estado que generen puentes hacia los sectores privados organizacionales, generar más incentivos a las grandes empresas, así como también a la pequeña y mediana empresa para la contratación y a la capacitación de personal transgénero, incentivos fiscales a estas acciones, programas y proyectos.

Si bien hoy el gobierno de la Provincia de Buenos Aires, y por medio de la Agencia de Recaudación (ARBA), este año lanzó un beneficio fiscal para aquellas empresas que contraten a personas transgénero, transexuales y travestis con el objetivo de promover su inclusión social en el mercado laboral, basado en la deducción a cuenta del impuesto sobre los Ingresos Brutos del 50% del salario que perciban  las personas trans contratadas, es necesario que este tipo de beneficios se haga a nivel nacional y sea adoptado por todos los gobiernos provinciales.

Cuando hablamos de inclusión lo hacemos desde el diálogo, del compartir saberes, intercambiar proyectos, ideas, propuestas. Hoy, la humilde colaboradora quien les habla a través de estas líneas, es Licenciada en Relaciones del Trabajo por la Universidad de Buenos Aires y orgullosamente una mujer trans, una mujer transgénero y argentina de nacimiento, así como yo pude tener acceso al saber y a la educación pública gratuita y de alta calidad académica, así como también a un acceso al mundo laboral, es imperativo que desde las mesas de trabajo a nivel estatal , privado y sindical, sigamos abarcando más medidas de incorporación de personas trans a través de programas de capacitación y formación profesional. De esta manera generamos no sólo inclusión, sino profesionales, trabajadoras y trabajadores, ciudadanos comprometidos, con el crecimiento, y el progreso de una nación fuerte basada en el crecimiento y en el enriquecimiento igualitario, no sólo a nivel de disminución de la pobreza , marginalidad y precarización laboral , sino, personas capaces de intervenir en mesas de trabajo, en gestión y proyectos para la generación de puestos de trabajo de calidad y proyectos colectivos de inserción laboral a nivel micro emprendimientos, con el objetivo de aumentar el PBI y el crecimiento económico inclusivo.

El trayecto es largo, y falta mucho por hacer, pero sin perjuicio de ello, y con el desafío de seguir evolucionando, un capítulo aparte es mencionar que también gracias a gobiernos nacionales y populares, y al contexto que surgió a partir de estos gobiernos, es que se lograron mayores y mejores conquistas, en materia de derechos sociales, de la seguridad social, y derechos laborales. Esto es crecimiento humano y de la economía sostenida.

Desde ya las asociaciones y organizaciones como Mocha Celis, que tienen por misión el alcance de una vida digna y empoderada de la población trans, y que también incluye a toda la población hacia el camino de la educación y el empleo formal, así como el asesoramiento en materia de diversidad y género para empresas privadas y organismos estatales, dieron el puntapié para seguir avanzando en materia de derechos, impulsando y apoyando proyectos de ley para mejorar la calidad de vida de esta población.

El alcance que posee esta asociación es analizado y tomado como ejemplo en todo el mundo al ser el primer bachillerato trans, no binarie y que incorpora simultáneamente en todos sus proyectos a la población migrante, afrodescendiente, indígena, personas con discapacidad y madres solteras, así como a toda la ciudadanía para finalizar sus estudios secundarios con titulación Perito auxiliar en desarrollo de las comunidades.

 

EL APORTE SINDICAL

Estamos actualmente atravesando un tiempo para reflexionar. La legislación actual va de la mano de un sindicalismo que se abre a las nuevas propuestas de empleo inclusivo, partiendo desde las negociaciones colectivas, donde la inclusión es parte de la discusión, así como también, mecanismos que posibilitan la inserción laboral de las personas transgénero en organismos estatales.

Si bien se estuvieron incorporando personal transgénero a estos sectores, es importante mencionar el rol clave que toman los sectores sindicales, en este caso UPCN (Unión del Personal Civil de la Nación), al brindar acompañamiento, en lo referido a lo sindical/ obra social/ laboral de las personas transgénero en los organismos ministeriales y demás organismos estatales.

La capacidad valorativa de estos sectores juega un rol preponderante, clave y de crecimiento en el ámbito socio-laboral.

El futuro no es sólo la inclusión, sino la sostenibilidad de política laborales inclusivas y diversidad tanto en los sectores públicos como privados, el desafío es brindar diversidad pero con valor agregado, esto mediante la capacitación constante ya sea para mejorar la eficacia, gestión y competencia de las personas en los ambientes laborales, como para generar más puestos de trabajo cualificado y registrado, el sindicalismo como uno de los ejes y factores más relevantes del mundo del trabajo debe seguir acompañando este proceso.

Subir la vara y ofrecer más herramientas a los equipos de trabajo, asesoramiento y capacitación en materia de diversidad, más estrategias y alianzas entre el sindicato y la parte empleadora estatal.

Así el sindicalismo es parte de la inclusión, diversidad y desarrollo, o sea a la evolución de los trabajadores y trabajadoras. Esto fortalece, diversifica y enriquece al colectivo de los trabajadores, el crecimiento tanto en formación y capacitación, así como la inclusión como referencia en los convenios colectivo de trabajo, las mesas de discusión, todos estos escenarios, ámbitos e instancias hoy incorporan en su agenda la diversidad.

Estos nuevos conceptos prácticos y abordajes benefician la empleabilidad; en este sentido la representatividad se vuelve más fuerte, diversa y productiva, por lo tanto los beneficios de la cooperación y el trabajo abrazan la diversidad pero desde una visión colectiva, sumando no sólo fuerza y capacidad laborativa en lo que es la personería afiliatoria, sino conciencia de la amplitud de los nuevos derechos de los y las trabajadores/as ahora desde una visión acorde más a los tiempos actuales y abrazando esa diversidad laboral que avanza hacia nuevas metas, desafíos y al futuro.

El sindicato es testigo y promueve nuevas formas productivas de relaciones laborales, donde el objetivo siempre está definido por asegurar las condiciones dignas del trabajo en todas sus formas.

El claro ejemplo es la actual generación de compañeros y compañeras de UPCN y del Ministerio del Interior de la Nación, donde confluyen lazos, sistemas y estrategias que incorporan la inclusión desde un abordaje directo y permanente hacia las personas transgénero, como por ejemplo la entrega de la tarjeta identificatoria de afiliada de la obra social (credencial) a trabajadoras trans conforme a su identidad autopercibida.

Habla de un sindicalismo y un sector del Estado y del empleo público como fuente de nueva generación, que no sólo respetan la identidad de género de las personas sino que están presentes en la defensa y el derecho al acceso a la salud; cabe aclarar que esto es fuente para obtener más derechos sociales con el respaldo del sindicato lo cual significa mayor compromiso con las trabajadoras y compañeras trans.

Todas estas conquistas de derechos se reflejan en el establecimiento de un nuevo sindicato fuerte, consolidado, en estado de madurez, que mira hacia el futuro: al crecimiento / mejora actual y permanente de sus afiliadas y afiliados. Esto va de la mano, desde ya, y es importante mencionar, con un Estado y organismos sólidos que acompañan estos procesos de mejora. Son derechos ganados y consolidados.

 

UN POCO DE HISTORIA Y A MODO DE CONCLUSIÓN

Los tiempos van cambiando y mejorando para la defensa de los derechos de los trabajadores y trabajadoras; sin perjuicio de ello por supuesto que hay mucho por seguir conquistando, pero ya estamos en camino a obtener mejoras tangibles, reales que se vean reflejadas en la situación actual de las personas, como el acceso no sólo al empleo sino al estar respaldados por un sindicalismo y compañeros y compañeras que acompañen y refuercen estos logros sociales.

En este aspecto el sindicalismo en la historia del movimiento obrero a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, se nutrió de la diversidad de cientos de compañeros trabajadores provenientes de corrientes europeas como Italia, España, Francia, Polonia, toda esta diversidad del movimiento obrero, junto con olas inmigratorias, aportaron nuevas ideas de lucha, fuerza y reivindicación obrera que fueron desarrollando y dando lugar a una conciencia laboral y pre-sindical. Trabajadores provenientes de estos países, no sólo traían sus usos, costumbres, idiosincrasias sino ideas de lo colectivo, de organizarse para obtener más derechos, conciencias políticas, pero por sobre todo la defensa colectiva, organizativa del movimiento obrero, de la mano de las influencias de la 1° Internacional (1er congreso de trabajadores organizados en Europa y el mundo).

Todos estos procesos y avances históricos nos demuestran cómo hoy, una vez más, que la diversidad laboral actualmente sigue presente, se transforma, evoluciona, en siglo XXI se enriquece y agrega valor al colectivo de las relaciones del trabajo, encuentra nuevas formas de expresarse, identificarse, asociarse y superarse. Esto debe ser considerado como una fuerza laboral que avanza y no se detiene, por el contrario se fortalece cada vez más en su objetivo y misión que es la defensa y garantía así como la conquista de más y mejores derechos y garantías  para las y los trabajadoras y trabajadores.

Todas las propuestas superadoras y sostenibles en los procesos son las que enriquecen el mundo de las relaciones laborales, al sindicato, y a las organizaciones por supuesto, potencian, aportan valor agregado, esto se refleja por mencionar un ejemplo en la mejora no sólo de los procesos de comunicación, sino que también se ve reflejado en los puestos de trabajo, en sus funciones diarias, los convenios colectivos de trabajo que incluyen a todas y a todos, dando lugar al trabajo decente.

Desde el sindicato y desde la Unión se promueven nuevas relaciones laborales y sociales que persisten en la defensa del colectivo laboral, y ahora amplían esa capacidad hacia a la diversidad laboral, para incluir a más compañeras y compañeros, rompiendo prejuicios obsoletos y posicionándose en el mercado laboral actual de un futuro que ya comenzó.

La cultura del trabajo no se pierde, sino que se transforma, mejora y resignifica valorativamente.

 


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