¿Qué significa la identidad de género? Es lo que siente cada
ser humano, mujer u hombre, etc. y es con qué género se identifica, puede ser
con el género masculino o el género femenino. ¿Y el sexo? Es la característica
biológica con que nacemos, los genitales, que pueden ser varón o mujer,
femenino o masculino, etc. ¿Y la orientación sexual? es cuál es nuestro gusto,
si te gusta un hombre, una mujer, etc.
Por más simples que suenen estos
conceptos, hoy tenemos que seguir repitiéndolos, no para imponer nada, si para
vivir en una sociedad madurada, evolucionada y orgullosamente libre y pacífica.
Hoy a pesar de haber avanzado en materia de legislación y
derechos a nivel mundial, en Argentina tenemos que seguir educando,
capacitando, transmitiendo e informando estos conceptos, para eliminar y
erradicar por sobre todas las cosas la discriminación, prejuicios, estereotipos
pasados, que ya no tienen razón de ser en el mundo global de hoy, así como la
gran desinformación hacia las personas trans, y lgtbq+ por tal razón, hay que seguir luchando para empoderar a
todos con el saber y el conocimiento, y porque una sociedad bien educada y bien
informada es una sociedad inteligente, fuerte, más capacitada y libre, y por
supuesto sin perder la conciencia social y la atención hacia los sectores más
necesitados y vulnerables. Es decir, una libertad pero solidaria, con justicia
e inclusiva. Eso es lo realmente importante.
LA LEGISLACIÓN ARGENTINA
El 13 de julio de 2023, se cumplieron 13 años del derecho al
Matrimonio Igualitario en nuestro país. Fue en el año 2010, cuando la Ley de matrimonio igualitario se
sancionó, y convirtió a la Argentina en el primer país de Latinoamérica en
legalizar las uniones entre personas del mismo sexo. Luego seguido por países
como Brasil, Uruguay, Colombia, Ecuador, Costa Rica (los EEUU en
2015) y en 2022 Cuba y Chile.
Así como el
pasado 24 de junio se
cumplieron 2 años de la sanción en 2021 de la Ley
Nº 27.636 de Acceso al Empleo Formal para personas Transgéneros, Transexuales y
Travestis "Diana Sacayán-Lohana Berkins", más conocida como Ley de
Cupo Laboral Trans, y constituyó el resultado y la reivindicación de una lucha
histórica por parte este colectivo.
Y por
supuesto no podemos dejar de mencionar que el año pasado se cumplieron 10 años de la Ley de Identidad de Género, N° 26.743, que
permite a toda persona el derecho de elegir su género autopercibido, el
derecho, también, a su nombre autopercibido, y a ser tratada/tratado acorde con
su elección de identidad, un derecho humano fundamental, esencial inalienable,
inviolable e irrenunciable, un derecho humano en todo el sentido y alcance de
la palabra.
Todas estas
leyes producto de una lucha que aún hoy continúa, propia de los organismos trans,
y lqtbq+ no binaries, fortalecen a la sociedad y la hacen más justa, saludable,
avanzada y segura, y se transmuta hacia una nación más madura y evolucionada,
lo cual no significa necesariamente que se respete en todos los ámbitos el
apego a la ley, ésta es una tardea diaria por parte de todos y todas: el seguir
el camino de perseverar en avanzar con la aplicación de las normas y derechos
humanos e inclusivos, así como generar un mayor alcance en todos los
territorios a nivel nacional. La formación profesional y capacitación constante
para los colectivos trans (y por supuesto ya incluyamos a toda la ciudadanía,
porque se amplía a toda la sociedad) es una tarea que debe proyectarse y
actualizarse constantemente. El acceso a la universidad y a los estudios
superiores es también un derecho innato para todas las personas.
Si bien la
Ley de identidad de género incluye en el Art. 11, el acceso a la salud y a
tratamiento hormonales para personas transgéneros, mediante los sistemas
públicos de salud, ya sean estatales, privados o del subsistema de obras
sociales; es importante recalcar que la Ley N°
4.238 de la Legislatura de CABA establece las pautas de atención médica
respetuosa de las personas antes mencionadas (con inclusión de las lgtbq+).
Es decir,
Igualdad de trato médico, digno y respetuoso a todos los pacientes transgéneros, y acceso a la información y a los tratamientos
adecuativos hormonales en pos de la identidad de género de cada paciente.
POLÍTICAS DE TRABAJO E INCLUSIÓN
Actualmente
la comunidad trans debe ser reconocida, respetada y valorada. El
fortalecimiento de las personas trans se hace a través de medidas
interdisciplinarias, a saber: políticas públicas que acompañen y garanticen la
inclusión, capacitaciones a nivel nacional desde el estado que generen puentes
hacia los sectores privados organizacionales, generar más incentivos a las
grandes empresas, así como también a la pequeña y mediana empresa para la
contratación y a la capacitación de personal transgénero, incentivos fiscales a
estas acciones, programas y proyectos.
Si bien hoy
el gobierno de la Provincia de Buenos Aires, y por medio
de la Agencia de Recaudación (ARBA),
este año lanzó un beneficio fiscal para aquellas empresas que contraten a
personas transgénero, transexuales y travestis con el objetivo de promover su
inclusión social en el mercado laboral, basado en
la deducción a cuenta del impuesto sobre los Ingresos
Brutos del 50% del salario que perciban las personas trans contratadas,
es necesario que este tipo de beneficios se haga a nivel nacional y sea
adoptado por todos los gobiernos provinciales.
Cuando
hablamos de inclusión lo hacemos desde el diálogo, del compartir saberes,
intercambiar proyectos, ideas, propuestas. Hoy, la humilde colaboradora quien
les habla a través de estas líneas, es Licenciada en Relaciones del Trabajo por
la Universidad de Buenos Aires y orgullosamente una mujer trans, una mujer
transgénero y argentina de nacimiento, así como yo pude tener acceso al saber y
a la educación pública gratuita y de alta calidad académica, así como también a
un acceso al mundo laboral, es imperativo que desde las mesas de trabajo a
nivel estatal , privado y sindical, sigamos abarcando más medidas de
incorporación de personas trans a través de programas de capacitación y
formación profesional. De esta manera generamos no sólo inclusión, sino profesionales,
trabajadoras y trabajadores, ciudadanos comprometidos, con el crecimiento, y el
progreso de una nación fuerte basada en el crecimiento y en el enriquecimiento
igualitario, no sólo a nivel de disminución de la pobreza , marginalidad y
precarización laboral , sino, personas capaces de intervenir en mesas de
trabajo, en gestión y proyectos para la generación de puestos de trabajo de
calidad y proyectos colectivos de inserción laboral a nivel micro
emprendimientos, con el objetivo de aumentar el PBI y el crecimiento económico
inclusivo.
El
trayecto es largo, y falta mucho por hacer, pero sin perjuicio de ello, y con
el desafío de seguir evolucionando, un capítulo aparte es mencionar que también
gracias a gobiernos nacionales y populares, y al contexto que surgió a partir
de estos gobiernos, es que se lograron mayores y mejores conquistas, en materia
de derechos sociales, de la seguridad social, y derechos laborales. Esto es
crecimiento humano y de la economía sostenida.
Desde ya
las asociaciones y organizaciones como Mocha Celis, que tienen por misión el
alcance de una vida digna y empoderada de la población trans, y que también
incluye a toda la población hacia el camino de la educación y el empleo formal,
así como el asesoramiento en materia de diversidad y género para empresas
privadas y organismos estatales, dieron el puntapié para seguir avanzando en
materia de derechos, impulsando y apoyando proyectos de ley para mejorar la
calidad de vida de esta población.
El
alcance que posee esta asociación es analizado y tomado como ejemplo en todo el
mundo al ser el primer bachillerato trans, no binarie y que incorpora
simultáneamente en todos sus proyectos a la población migrante,
afrodescendiente, indígena, personas con discapacidad y madres solteras, así
como a toda la ciudadanía para finalizar sus estudios secundarios con
titulación Perito auxiliar en desarrollo de las comunidades.
EL APORTE SINDICAL
Estamos
actualmente atravesando un tiempo para reflexionar. La legislación actual va de
la mano de un sindicalismo que se abre a las nuevas propuestas de empleo
inclusivo, partiendo desde las negociaciones colectivas, donde la inclusión es
parte de la discusión, así como también, mecanismos que posibilitan la
inserción laboral de las personas transgénero en organismos estatales.
Si bien
se estuvieron incorporando personal transgénero a estos sectores, es importante
mencionar el rol clave que toman los sectores sindicales, en este caso UPCN
(Unión del Personal Civil de la Nación), al brindar acompañamiento, en lo
referido a lo sindical/ obra social/ laboral de las personas transgénero en los
organismos ministeriales y demás organismos estatales.
La
capacidad valorativa de estos sectores juega un rol preponderante, clave y de
crecimiento en el ámbito socio-laboral.
El futuro
no es sólo la inclusión, sino la sostenibilidad de política laborales
inclusivas y diversidad tanto en los sectores públicos como privados, el
desafío es brindar diversidad pero con valor agregado, esto mediante la
capacitación constante ya sea para mejorar la eficacia, gestión y competencia
de las personas en los ambientes laborales, como para generar más puestos de
trabajo cualificado y registrado, el sindicalismo como uno de los ejes y
factores más relevantes del mundo del trabajo debe seguir acompañando este
proceso.
Subir la
vara y ofrecer más herramientas a los equipos de trabajo, asesoramiento y
capacitación en materia de diversidad, más estrategias y alianzas entre el
sindicato y la parte empleadora estatal.
Así el
sindicalismo es parte de la inclusión, diversidad y desarrollo, o sea a la
evolución de los trabajadores y trabajadoras. Esto fortalece, diversifica y
enriquece al colectivo de los trabajadores, el crecimiento tanto en formación y
capacitación, así como la inclusión como referencia en los convenios colectivo
de trabajo, las mesas de discusión, todos estos escenarios, ámbitos e
instancias hoy incorporan en su agenda la diversidad.
Estos
nuevos conceptos prácticos y abordajes benefician la empleabilidad; en este
sentido la representatividad se vuelve más fuerte, diversa y productiva, por lo
tanto los beneficios de la cooperación y el trabajo abrazan la diversidad pero
desde una visión colectiva, sumando no sólo fuerza y capacidad laborativa en lo
que es la personería afiliatoria, sino conciencia de la amplitud de los nuevos
derechos de los y las trabajadores/as ahora desde una visión acorde más a los
tiempos actuales y abrazando esa diversidad laboral que avanza hacia nuevas
metas, desafíos y al futuro.
El
sindicato es testigo y promueve nuevas formas productivas de relaciones
laborales, donde el objetivo siempre está definido por asegurar las condiciones
dignas del trabajo en todas sus formas.
El claro
ejemplo es la actual generación de compañeros y compañeras de UPCN y del
Ministerio del Interior de la Nación, donde confluyen lazos, sistemas y
estrategias que incorporan la inclusión desde un abordaje directo y permanente
hacia las personas transgénero, como por ejemplo la entrega de la tarjeta
identificatoria de afiliada de la obra social (credencial) a trabajadoras trans
conforme a su identidad autopercibida.
Habla de
un sindicalismo y un sector del Estado y del empleo público como fuente de
nueva generación, que no sólo respetan la identidad de género de las personas
sino que están presentes en la defensa y el derecho al acceso a la salud; cabe aclarar
que esto es fuente para obtener más derechos sociales con el respaldo del
sindicato lo cual significa mayor compromiso con las trabajadoras y compañeras trans.
Todas
estas conquistas de derechos se reflejan en el establecimiento de un nuevo
sindicato fuerte, consolidado, en estado de madurez, que mira hacia el futuro:
al crecimiento / mejora actual y permanente de sus afiliadas y afiliados. Esto
va de la mano, desde ya, y es importante mencionar, con un Estado y organismos
sólidos que acompañan estos procesos de mejora. Son derechos ganados y
consolidados.
UN POCO DE HISTORIA Y A MODO DE CONCLUSIÓN
Los
tiempos van cambiando y mejorando para la defensa de los derechos de los
trabajadores y trabajadoras; sin perjuicio de ello por supuesto que hay mucho
por seguir conquistando, pero ya estamos en camino a obtener mejoras tangibles,
reales que se vean reflejadas en la situación actual de las personas, como el
acceso no sólo al empleo sino al estar respaldados por un sindicalismo y
compañeros y compañeras que acompañen y refuercen estos logros sociales.
En este
aspecto el sindicalismo en la historia del movimiento obrero a finales del
siglo XIX y principios del siglo XX, se nutrió de la diversidad de cientos de
compañeros trabajadores provenientes de corrientes europeas como Italia,
España, Francia, Polonia, toda esta diversidad del movimiento obrero, junto con
olas inmigratorias, aportaron nuevas ideas de lucha, fuerza y reivindicación
obrera que fueron desarrollando y dando lugar a una conciencia laboral y
pre-sindical. Trabajadores provenientes de estos países, no sólo traían sus
usos, costumbres, idiosincrasias sino ideas de lo colectivo, de organizarse
para obtener más derechos, conciencias políticas, pero por sobre todo la
defensa colectiva, organizativa del movimiento obrero, de la mano de las
influencias de la 1° Internacional (1er congreso de trabajadores organizados en
Europa y el mundo).
Todos estos
procesos y avances históricos nos demuestran cómo hoy, una vez más, que la
diversidad laboral actualmente sigue presente, se transforma, evoluciona, en
siglo XXI se enriquece y agrega valor al colectivo de las relaciones del
trabajo, encuentra nuevas formas de expresarse, identificarse, asociarse y
superarse. Esto debe ser considerado como una fuerza laboral que avanza y no se
detiene, por el contrario se fortalece cada vez más en su objetivo y misión que
es la defensa y garantía así como la conquista de más y mejores derechos y
garantías para las y los trabajadoras y
trabajadores.
Todas las
propuestas superadoras y sostenibles en los procesos son las que enriquecen el
mundo de las relaciones laborales, al sindicato, y a las organizaciones por
supuesto, potencian, aportan valor agregado, esto se refleja por mencionar un
ejemplo en la mejora no sólo de los procesos de comunicación, sino que también
se ve reflejado en los puestos de trabajo, en sus funciones diarias, los
convenios colectivos de trabajo que incluyen a todas y a todos, dando lugar al
trabajo decente.
Desde el
sindicato y desde la Unión se promueven nuevas relaciones laborales y sociales
que persisten en la defensa del colectivo laboral, y ahora amplían esa
capacidad hacia a la diversidad laboral, para incluir a más compañeras y
compañeros, rompiendo prejuicios obsoletos y posicionándose en el mercado
laboral actual de un futuro que ya comenzó.
La cultura
del trabajo no se pierde, sino que se transforma, mejora y resignifica
valorativamente.