La
Inteligencia Artificial (IA) ha emergido como una herramienta transformadora en
el ámbito laboral, desencadenando una revolución en la forma en que realizamos
tareas y abordamos problemas. Sin embargo, esta revolución no está exenta de
desafíos y consideraciones éticas. Este artículo explora la IA como una
herramienta en el entorno laboral, examinando sus pros y contras, y
posteriormente, se enfoca en los avances y proyecciones de las IA generativas
en el sector público y gubernamental.
Cuando
hablamos de inteligencia artificial generativa pensamos en aquélla que aprende
automáticamente la información que recolecta de internet en formato texto como
es el caso chatGPT pero también esta información puede ser capturada de video,
imágenes, música (si la información está en formato digital puede ser procesada
como base de conocimiento de la IA). Luego analiza esta información y encuentra
patrones (relaciones) entre los datos. También cuentan con un intérprete de
lenguaje humano y un generador de lenguaje humano que hacen la interfaz
totalmente amigable y cada vez más parecida a hablar con otro ser humano. Hasta
este punto hablamos de la manera en que aprende (Machine Learning) de cómo se
comunica y establece relaciones generando su base de conocimiento. Lo que las hace tan populares y han
revolucionado el mundo de hoy es la capacidad de entender el contexto de una
conversación, la capacidad de establecer procesos lógicos de razonamiento de
una forma muy aceptable que, sumada a la capacidad de aprendizaje, logra un
proceso de mejora cuanto más usuarios la utilicen.
Existen
otros tipos de IA, como la analíticas, la discriminativa entre otras, la gran
diferencia de la IA Generativa permiten acercarnos a las capacidades cognitivas
humanas, pues produce información (“capacidad creativa”) ya no se limita a
buscar, reconocer, analizar y clasificar la información digital.
Existe
un gran debate si la IA tiene capacidades creativas como los humanos, en mi
opinión no la tiene, aunque sí parece serlo. Es una excelente componedora de
información, una excelente mentirosa y muchas veces nos dice lo que queremos
escuchar. Un programa de IA no tiene noción de bueno o malo y no tiene sentido
común como nosotros. Es tan buena como con los datos con que se la entrene, por
ello presenta lo que se llama sesgo de entrenamiento. Que consiste en que sólo
dará respuesta en base al conocimiento con que se la entrenó, si estos datos
son malos, discriminatorios, erróneos o falsos la IA responderá de una manera
creíble, pero de manera errónea, y esto solo será evidente para un humano que
ya sepa la respuesta ya sea por el empleo del sentido común, una base de
conocimiento mayor o la experiencia de vida. Lo cual la hace muy riesgosa en
términos de toma de decisiones o manipulación de datos críticos.
Pensemos
por un segundo en una IA que asesora a un funcionario público en toma de
decisiones, el funcionario le consulta si es posible reorganizar el estado
nacional en base a la superposición de tareas.
La IA analiza los manuales de procedimiento y funciones, los
organigramas de ministerios, secretarías y todas las dependencias. Llega a la
conclusión que es posible eliminar todas las áreas legales y técnicas
centralizándolas en una única secretaría y que las mesas de entradas de todas
estas dependencias son reemplazables por una única mesa de entrada digital
controlado por un software de IA. Si este funcionario no tiene noción del
trabajo real que se realiza a priori le parece excelente la propuesta pues baja
los costos tremendamente y según la IA aumenta la eficiencia.
Si
analizamos el mundo real, cada oficina legal y técnica tiene sus trabajadores
profesionales y administrativos expertos en materia legal y técnica de su área
por ejemplo pesca, minería, medio ambiente, redacción de leyes y decretos y aún
más, conoce los circuitos informales que
muchas veces no vuelcan en los manuales de procedimientos, ya sea porque no se
encuentra el material digitalizado, no todos poseen computadoras o conexión a
internet entre otras carencias de un estado al día de hoy con mucho expediente
en papel.
El
segundo ejemplo: reemplazar las mesas de entrada por una ventanilla única
digital con IA que parece excelente, también es inviable en la realidad.
Primero porque no todos los ciudadanos tienen conexión a internet o están
alfabetizados tecnológicamente para utilizar sistemas digitales, segundo que la
IA aprende de gran cantidad de datos pero para aprender necesita que la misma
situación se repita muchas veces (por lo general miles de veces). Los
trabajadores de las mesas de entrada saben que si bien hay muchos trámites que
son iguales, lo general es la excepción, el poder interpretar a la persona, el
contener el mal humor cuando los sistemas fallaron o el tener que enseñar los
procedimientos en función de la forma que cada persona aprende e interpreta lo
que se les va diciendo, una habilidad que los sistemas digitales no tienen y
muchas veces no tiene que ver sólo con las palabras, una cosas es interpretar y
otra comprender los datos.
Las herramientas
creadas por nosotros se refieren a un objeto, dispositivo o programa diseñado,
construido o desarrollado por seres humanos para realizar una tarea específica
o facilitar una actividad. Las herramientas pueden ser físicas o virtuales,
simples o complejas, y se utilizan en una variedad de campos y contextos para
mejorar la eficiencia, productividad o capacidad de los individuos en diversas
tareas.
Ejemplos
de herramientas creadas por humanos pueden incluir:
Todas
estas herramientas han modificado las formas del trabajo, han ocasionado una
reconversión de trabajo conocido hasta ese momento.
Una
cosechadora, la imprenta, el telar, la rueda, la máquina de escribir, las
computadoras, internet, la pólvora, la generación de energía eléctrica, los
reactores nucleares, los medicamentos, las vacunas son herramientas que no sólo
impactaron en el trabajo sino en el tejido social, mejoraron al mundo en que
vivimos. Pero como toda herramienta no es buena ni mala, no tiene un impacto
neutro, son las decisiones de su usuario que le dan su carácter bueno o malo, y
cuando estas herramientas son de uso masivo, son las políticas tecnológicas de
los gobernantes las que las usan para el bien común o para el mal. Los que
regulan su implementación, minimizan sus aspectos negativos.
La
revolución industrial trajo a la larga un crecimiento y muchos beneficios
acceso y masificación del trabajo, aumento de la producción, baja de costos y
precio final pero también generó trabajo esclavo, baja de salarios, pérdida de
fuentes de trabajo, etc.
¿Cómo pudo masificar el trabajo y a su vez generar pérdida de
fuentes de trabajo? Es sencillo reemplazando mano de obra poco calificada con
mano de obra calificada, cerrando pequeños productores y creando monopolios.
Es importante tener en
cuenta que, a pesar de estos aspectos negativos, la Revolución Industrial
también sentó las bases para el desarrollo económico a largo plazo, el avance
tecnológico y mejoras en las condiciones de vida en muchos lugares. Sin
embargo, los desafíos inmediatos fueron significativos. En el caso de la IA
podemos resumir algunos de los principales aspectos que considero fundamentales
a tener en cuenta.
IA como Herramienta en
el Mundo Laboral: Pros y Contras
Pros:
Contras:
Avances y Proyecciones
de las IA Generativas en el Sector Público:
Generación de Contenido:
Toma de Decisiones:
Proyecciones Futuras:
En conclusión, la IA
es una herramienta poderosa que está dando forma al futuro del trabajo. A medida
que aprovechamos sus beneficios, es crucial abordar los desafíos éticos y
sociales para garantizar un desarrollo equitativo y sostenible. En el sector
público, los avances en IA generativa prometen mejorar la eficiencia y la toma
de decisiones, marcando el camino hacia un gobierno más inteligente y ágil.
Por primera vez una
herramienta tecnológica tiene el potencial de reemplazar el trabajo técnico y
administrativo que no había sido afectado por las otras transformaciones
tecnológicas.
Es necesario que el
estado se involucre en la regulación de esta transformación, en la capacitación
y reconversión de los trabajadores, en la creación de mesas de discusión con
sindicatos (trabajadores), científicos, empresas de software y universidades
para que esta herramienta potencie a los trabajadores, sin repetir los errores
del pasado.
Ya muchos sindicatos
como UPCN hace tiempo abrazan el cambio tecnológico como una posibilidad de
mejora, la capacitación como eje principal para que los trabajadores puedan
reinsertarse en el nuevo mundo tecnológico. La innovación y la investigación para
posicionarse como un actor principal, para no sólo minimizar estos aspectos
negativos, sino para generar propuestas juntos a la universidades y con
trabajadores estatales en ámbitos como es el Centro de Investigación,
Desarrollo e Innovación del Sector Público (CIDISP).
No alcanza con
evidenciar el problema y dar la lucha sobre los efectos negativos de la
evolución tecnológica, el camino es también ser parte de la solución, esto
requiere esfuerzos concretos en formación, investigación, y en valorar al
trabajador estatal. Siendo fundamental generar espacios de trabajo conjuntos
con el sector empleador que nos permita un estado profesionalizado, que valore
al trabajador estatal, más eficiente y de calidad para brindar un mejor
servicio al ciudadano y lograr que el estado sea un motor de transformación
nacional.
*Ingeniero, miembro de
la Secretaría de Profesionales de UPCN