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03/01/123

 22/12/2023   1171

“Cuando no sabes hacia donde navegas… ningún viento es favorable

 Séneca (filósofo, político, orador y escritor romano).

Esta frase resume que necesitamos de la planificación para lograr un objetivo. Es una herramienta clave para cualquier tipo de organización. Como agente público en este artículo me enfocaré en la Planificación Estratégica en el ámbito de la Administración Pública y su importancia e impacto en su Gestión.

Quienes sostenemos que el Estado es el vehículo adecuado para implementar políticas conducentes a la mejora de la calidad de vida de los habitantes de nuestro país, tenemos más que nunca la obligación de apuntar a que la Administración Pública sea un conjunto de organizaciones inteligentes y robustas. Decimos inteligentes porque implica que sean capaces de pensar, ejecutar y controlar dichas políticas, y robustas porque deben contar con los recursos económicos y humanos idóneos, suficientes y profesionales que aseguren la viabilidad e impacto eficaz de las políticas públicas.

Las críticas de otras vertientes políticas al rol del Estado se basan en que éste no se desempeña con las características que hemos planteado. Y nuestro desafío, como agentes estatales comprometidos con nuestra labor –y en tanto integrantes de un gremio-, es demostrar con argumentos y logros que dichas críticas dirigidas a la Administración Pública no se instalen en la opinión pública.

En tal sentido, este artículo trata un tema que es fundamental para que la Gestión Estatal sea efectivamente inteligente: la Planificación Estratégica.

¿Qué es la Planificación Estratégica? Su importancia

Citando a Mario Krieger: El Planeamiento estratégico de organizaciones públicas es el proceso que se ha dado un organismo público determinado para pensar y actuar estratégicamente, buscando definir su futuro y los procedimientos necesarios para alcanzarlo. Por medio de los análisis de escenarios y FODA, procura reducir la incertidumbre, y prepararse para aprovechar las oportunidades y afrontar las amenazas, aprovechar sus fortalezas, superar sus debilidades desarrollando sus estrategias para implementar las políticas públicas y los mandatos normados que son su razón de ser. Mediante él se busca alcanzar la visión organizacional, en el marco de sus valores a través del desarrollo de la misión. Se traduce en programas estratégicos y proyectos que buscan resolver problemas de acuerdo con la misión establecida. Es participativo porque pretende involucrar y comprometer al conjunto de actores internos y referentes. Guía la acción cotidiana y las actividades del Organismo. Orienta la presupuestación por programas”. (1)

Me permito formular una definición propia de Planificación Estratégica, que se pueda aplicar a la Gestión pública: es el proceso por el cual se sistematiza la conversión de una idea fuerza, a través de las acciones y los recursos necesarios, para llegar al futuro deseado. Ello implica varios puntos clave:

 

Proceso: es una serie de pasos secuenciales y metódicos.

Idea fuerza: es la enunciación de una política

Convertir: es la implementación de las acciones y recursos

Futuro deseado: el punto de llegada al que aspiramos. En las organizaciones públicas, sería la misión, el “para qué” se ha creado el organismo, es decir el fin constitutivo y último de su actuación.

Características de la Planificación Estratégica

Independientemente del organismo o dependencia pública de la que se trate, en mi opinión podemos puntualizar las características de esta herramienta, que demuestran su importancia e impacto en la Gestión:

          Es el catalizador de una idea fuerza que alinea a todos los miembros de la organización, implicando muchas veces la necesidad de generar un cambio, en tanto proceso, del paradigma cultural. Por eso lograr la pregnancia de este concepto es clave para el éxito de su implementación.

          Minimiza la incertidumbre y revierte la muy probable “inercia/esclerosis” cultural de las organizaciones, las cuales, por la rutinización inconsciente de su accionar (tareas cotidianas) no se plantean nuevos desafíos.

          Administra recursos humanos, técnicos, materiales, económicos/ financieros  y define resultados racionales (en términos de eficacia, eficiencia y economicidad) para que contribuyan a la mejora de las condiciones de vida de la sociedad.

¿Para qué necesitamos de la Planificación Estratégica?

Podemos enumerar varias razones por las cuales esta función tiene que incluirse en los organismos de la Administración Pública.

          Asegurar la sustentabilidad pública y social de cada dependencia frente a los nuevos desafíos que presenta un entorno cambiante.

          Mejorar el impacto de las políticas públicas que llevan a cabo los organismos de la Administración Pública Nacional (APN).

          Permitir la implementación más eficiente, eficaz y económica de las actividades de los organismos en los ámbitos interno y externo, y así incorporar una gestión por resultados.

          Identificar oportunidades y amenazas externas y reconocer fortalezas para mejorar las debilidades internas.

          Evaluar el probable impacto de variables o contingencias y de problemas previos a su ocurrencia, para evitar o minimizar sus consecuencias para los organismos de los distintos ámbitos (legales, contables, administrativos, comunicacionales, etc.).

Por ello podemos ver que en gran cantidad de dependencias estatales la Planificación Estratégica ya está consolidada. Y aquéllas que no la incorporaron se encuentran en una posición más endeble que a la vez presenta tanto una oportunidad, como una debilidad. Por supuesto que su adopción es una decisión de la conducción política de cada jurisdicción.

 

El Ciclo del Planeamiento Estratégico

 

En el siguiente cuadro mostramos el ciclo o proceso de la Planificación Estratégica que en mi experiencia tiene 6 etapas o fases:


 

 

Estas etapas son secuenciales y parten del análisis de la situación interna y externa (matriz FODA donde se identifican las fortalezas y debilidades -en el plano interno- y las amenazas y oportunidades -en el plano externo- de la organización pública para desarrollar el mandato fundacional para la que fue creada).

 

Luego siguen la definición de la Visión de la organización (¿qué se quiere?), la Misión (su razón de existencia) y los Valores (conjunto de creencias consensuadas que se adoptan y sostienen). Y por último los Objetivos estratégicos, que según Bazaga Fernández desarrolla: “un tema estratégico es una tendencia o acontecimiento de dentro o fuera de la organización que tiene una gran influencia para alcanzar el futuro deseado. Gran parte del esfuerzo estratégico se concentra en torno a la identificación y análisis de estas tendencias, para formar una agenda de temas estratégicos que facilite la anticipación a los cambios; en definitiva, que aproveche las oportunidades y evite su transformación en problemas” (2).

 

Son aquellos desafíos que afectan el mandato organizacional, su misión,  sus valores, intereses, tecnologías centrales, productos o nivel de servicios.

 

Los temas estratégicos clave suelen tener que ver con cómo la organización se relaciona con el medio. La estrategia buscará relacionar el adentro con el afuera de una manera efectiva y eficiente.

 

Si no lograr el objetivo planteado no trae consecuencias a la organización, entonces el objetivo no es estratégico. Por el contrario, si por no lograrlo puede desaparecer o afrontar consecuencias muy graves, entonces el tema en cuestión es estratégico.

 

La etapa siguiente es formular Estrategias y agruparlas en ejes. Una estrategia es definida como un camino que define lo que la organización hará, porqué lo hará y cómo lo hará. Se expresa como un conjunto de propósitos, políticas organizacionales, programas, acciones, decisiones y asignación de recursos.

 

Definida la estrategia, la debemos confrontar con la situación actual, identificando las brechas existentes. Y definir cómo se van a cubrir dichas brechas. A esto se lo denomina Estrategia de Transformación. Al formularla, se deben considerar las competencias existentes y las que faltan para alcanzar los objetivos estratégicos. Citando a Martínez Noguiera son “capacidades de la organización”: a) competencias políticas, organizacionales y tecnológicas complementarias, es decir, conjuntos de elementos físicos, tareas, competencias humanas y relacionamientos, b) la aptitud para crearlas, renovarlas, integrarlas y coordinarlas y c) prácticas y rutinas estáticas y dinámicas, orientadas éstas a nuevos aprendizajes y a la innovación” (3).

 

Estamos entonces en condiciones de comenzar la última fase del proceso: la implementación del plan y medición de su desempeño, a través de un conjunto de indicadores de gestión que ayuden a identificar su cumplimiento, causas internas y externas de desvíos, para adoptar las correcciones necesarias. Esta información constituye una retroalimentación de todo lo anteriormente expuesto.

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Conclusiones

 

Al exponer los aspectos de la Planificación Estratégica en la Administración Pública, podemos enumerar varias conclusiones relevantes:

 

1)      Es una herramienta central para guiar a las dependencias del Estado hacia la consecución de sus objetivos a largo plazo que deben estar explicitados y ser compartidos por todos sus miembros, por lo tanto su participación es fundamental.

2)    Más allá del plano político, ejercido por las autoridades, se debe contar con un área profesional idónea en la materia, independientemente del tamaño del organismo. La creación y sostenimiento de dicha área debe ser permanente en el organigrama de las dependencias dado que la planificación Estratégica es una función y no un proyecto.

3)      El funcionamiento de un área de Planificación Estratégica cuenta con la posibilidad de utilizar el apoyo externo del Instituto Nacional de la Administración Pública (INAP) para fortalecer la capacitación constante de sus miembros y, eventualmente con las áreas correspondientes de la Jefatura de Gabinete del Poder Ejecutivo, que cuentan con vasta experiencia en el tema.

4)    Los agentes estatales profesionales tenemos un rol preponderante en asumir este desafío y llevarlo a la práctica, máxime como miembros de Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN). A sabiendas de ello nuestro gremio contribuye a robustecer y jerarquizar la carrera administrativa en la Gestión Pública y, con la capacitación permanente a través del Fondo de Capacitación y Recalificación Laboral (FOPECAP), asegura que el Estado sea cada vez más inteligente y capaz de dar respuestas efectivas a las necesidades de nuestros compatriotas.

 

 

 

Referencias bibliográficas

 

(1)          Mario Krieger. El Método de Planeamiento Estratégico Participativo de Las Organizaciones Públicas

(2)               Bazaga Fernández, Isabel; El Planeamiento Estratégico en el ámbito Público

(3)               “El planeamiento estratégico y el mejoramiento de la gestión pública”. Martínez Nogueira, Roberto

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