“Cuando no sabes hacia donde
navegas… ningún viento es favorable”
Séneca (filósofo, político, orador
y escritor romano).
Esta frase resume que necesitamos
de la planificación para lograr un objetivo. Es una herramienta clave para
cualquier tipo de organización. Como agente público en este artículo me
enfocaré en la Planificación Estratégica en el ámbito de la Administración
Pública y su importancia e impacto en su Gestión.
Quienes sostenemos que el Estado es
el vehículo adecuado para implementar políticas conducentes a la mejora de la
calidad de vida de los habitantes de nuestro país, tenemos más que nunca la
obligación de apuntar a que la Administración Pública sea un conjunto de
organizaciones inteligentes y robustas. Decimos inteligentes porque implica que
sean capaces de pensar, ejecutar y controlar dichas políticas, y robustas
porque deben contar con los recursos económicos y humanos idóneos, suficientes
y profesionales que aseguren la viabilidad e impacto eficaz de las políticas
públicas.
Las críticas de otras vertientes
políticas al rol del Estado se basan en que éste no se desempeña con las
características que hemos planteado. Y nuestro desafío, como agentes estatales
comprometidos con nuestra labor –y en tanto integrantes de un gremio-, es
demostrar con argumentos y logros que dichas críticas dirigidas a la
Administración Pública no se instalen en la opinión pública.
En tal sentido, este artículo trata
un tema que es fundamental para que la Gestión Estatal sea efectivamente
inteligente: la Planificación Estratégica.
¿Qué es la Planificación Estratégica? Su
importancia
Citando
a Mario Krieger: “El Planeamiento estratégico de
organizaciones públicas es el proceso que se ha dado un organismo público
determinado para pensar y actuar estratégicamente, buscando definir su futuro y
los procedimientos necesarios para alcanzarlo. Por medio de los análisis de
escenarios y FODA, procura reducir la incertidumbre, y prepararse para
aprovechar las oportunidades y afrontar las amenazas, aprovechar sus
fortalezas, superar sus debilidades desarrollando sus estrategias para
implementar las políticas públicas y los mandatos normados que son su razón de
ser. Mediante él se busca alcanzar la visión organizacional, en el marco de sus
valores a través del desarrollo de la misión. Se traduce en programas
estratégicos y proyectos que buscan resolver problemas de acuerdo con la misión
establecida. Es participativo porque pretende involucrar y comprometer al
conjunto de actores internos y referentes. Guía la acción cotidiana y las
actividades del Organismo. Orienta la presupuestación por programas”. (1)
Me permito formular una definición
propia de Planificación Estratégica, que se pueda aplicar a la Gestión pública:
es el proceso por el cual se
sistematiza la conversión de una idea fuerza, a través de las acciones y los
recursos necesarios, para llegar al futuro deseado. Ello implica varios puntos
clave:
Proceso: es una
serie de pasos secuenciales y metódicos.
Idea fuerza: es la
enunciación de una política
Convertir: es la
implementación de las acciones y recursos
Futuro deseado: el punto
de llegada al que aspiramos. En las organizaciones públicas, sería la misión,
el “para qué” se ha creado el organismo, es decir el fin constitutivo y último
de su actuación.
Características de la Planificación
Estratégica
Independientemente del organismo o
dependencia pública de la que se trate, en mi opinión podemos puntualizar las
características de esta herramienta, que demuestran su importancia e impacto en
la Gestión:
•
Es el
catalizador de una idea fuerza que alinea a todos los miembros de la
organización, implicando muchas veces la necesidad de generar un cambio, en
tanto proceso, del paradigma cultural. Por eso lograr la pregnancia de este
concepto es clave para el éxito de su implementación.
•
Minimiza la
incertidumbre y revierte la muy probable “inercia/esclerosis” cultural de las
organizaciones, las cuales, por la rutinización inconsciente de su accionar
(tareas cotidianas) no se plantean nuevos desafíos.
•
Administra
recursos humanos, técnicos, materiales, económicos/ financieros y define resultados racionales (en términos
de eficacia, eficiencia y economicidad) para que contribuyan a la mejora de las
condiciones de vida de la sociedad.
¿Para qué necesitamos de la Planificación
Estratégica?
Podemos enumerar varias razones por las
cuales esta función tiene que incluirse en los organismos de la Administración
Pública.
•
Asegurar la
sustentabilidad pública y social de cada dependencia frente a los nuevos
desafíos que presenta un entorno cambiante.
•
Mejorar el
impacto de las políticas públicas que llevan a cabo los organismos de la
Administración Pública Nacional (APN).
•
Permitir la
implementación más eficiente, eficaz y económica de las actividades de los
organismos en los ámbitos interno y externo, y así incorporar una gestión por
resultados.
•
Identificar
oportunidades y amenazas externas y reconocer fortalezas para mejorar las
debilidades internas.
•
Evaluar el
probable impacto de variables o contingencias y de problemas previos a su
ocurrencia, para evitar o minimizar sus consecuencias para los organismos de
los distintos ámbitos (legales, contables, administrativos, comunicacionales,
etc.).
Por ello podemos ver que en gran cantidad
de dependencias estatales la Planificación Estratégica ya está consolidada. Y
aquéllas que no la incorporaron se encuentran en una posición más endeble que a
la vez presenta tanto una oportunidad, como una debilidad. Por supuesto que su
adopción es una decisión de la conducción política de cada jurisdicción.
El
Ciclo del Planeamiento Estratégico
En el siguiente cuadro mostramos el ciclo o proceso de la Planificación
Estratégica que en mi experiencia tiene 6 etapas o fases:
Estas etapas son secuenciales y
parten del análisis de la situación interna y externa (matriz FODA donde se
identifican las fortalezas y debilidades -en el plano interno- y las amenazas y
oportunidades -en el plano externo- de la organización pública para desarrollar
el mandato fundacional para la que fue creada).
Luego siguen la definición de la Visión de la organización (¿qué se
quiere?), la Misión (su razón de
existencia) y los Valores (conjunto
de creencias consensuadas que se adoptan y sostienen). Y por último los Objetivos estratégicos, que según
Bazaga Fernández desarrolla: “un tema estratégico es una tendencia o
acontecimiento de dentro o fuera de la organización que tiene una gran
influencia para alcanzar el futuro deseado. Gran parte del esfuerzo estratégico
se concentra en torno a la identificación y análisis de estas tendencias, para
formar una agenda de temas estratégicos que facilite la anticipación a los
cambios; en definitiva, que aproveche las oportunidades y evite su
transformación en problemas” (2).
Son aquellos desafíos que afectan el
mandato organizacional, su misión, sus
valores, intereses, tecnologías centrales, productos o nivel de servicios.
Los temas estratégicos clave suelen
tener que ver con cómo la organización se relaciona con el medio. La estrategia
buscará relacionar el adentro con el afuera de una manera efectiva y eficiente.
Si no lograr el objetivo planteado
no trae consecuencias a la organización, entonces el objetivo no es
estratégico. Por el contrario, si por no lograrlo puede desaparecer o afrontar
consecuencias muy graves, entonces el tema en cuestión es estratégico.
La etapa siguiente es formular Estrategias y agruparlas en
ejes. Una estrategia es definida como un camino que define lo que la
organización hará, porqué lo hará y
cómo lo hará. Se expresa como un
conjunto de propósitos, políticas organizacionales, programas, acciones,
decisiones y asignación de recursos.
Definida la estrategia, la debemos
confrontar con la situación actual, identificando las brechas existentes. Y
definir cómo se van a cubrir dichas brechas. A esto se lo denomina Estrategia de Transformación. Al
formularla, se deben considerar las competencias existentes y las que faltan
para alcanzar los objetivos estratégicos. Citando a Martínez Noguiera son
“capacidades de la organización”: a) competencias políticas, organizacionales y
tecnológicas complementarias, es decir, conjuntos de elementos físicos, tareas,
competencias humanas y relacionamientos, b) la aptitud para crearlas,
renovarlas, integrarlas y coordinarlas y c) prácticas y rutinas estáticas y
dinámicas, orientadas éstas a nuevos aprendizajes y a la innovación” (3).
Estamos entonces en condiciones de
comenzar la última fase del proceso: la
implementación del plan y medición de su desempeño, a través de un conjunto
de indicadores de gestión que ayuden a identificar su cumplimiento, causas
internas y externas de desvíos, para adoptar las correcciones necesarias. Esta información constituye una
retroalimentación de todo lo anteriormente expuesto.
P
Conclusiones
Al exponer los aspectos de la
Planificación Estratégica en la Administración Pública, podemos enumerar varias
conclusiones relevantes:
1)
Es una herramienta central para
guiar a las dependencias del Estado hacia la consecución de sus objetivos a
largo plazo que deben estar explicitados y ser compartidos por todos sus
miembros, por lo tanto su participación es fundamental.
2)
Más allá del plano político,
ejercido por las autoridades, se debe contar con un área profesional idónea en
la materia, independientemente del tamaño del organismo. La creación y
sostenimiento de dicha área debe ser permanente en el organigrama de las
dependencias dado que la planificación Estratégica es una función y no un
proyecto.
3)
El funcionamiento de un área de
Planificación Estratégica cuenta con la posibilidad de utilizar el apoyo
externo del Instituto Nacional de la Administración Pública (INAP) para
fortalecer la capacitación constante de sus miembros y, eventualmente con las
áreas correspondientes de la Jefatura de Gabinete del Poder Ejecutivo, que
cuentan con vasta experiencia en el tema.
4)
Los agentes estatales profesionales
tenemos un rol preponderante en asumir este desafío y llevarlo a la práctica,
máxime como miembros de Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN). A
sabiendas de ello nuestro gremio contribuye a robustecer y jerarquizar la
carrera administrativa en la Gestión Pública y, con la capacitación permanente
a través del Fondo de Capacitación y Recalificación Laboral (FOPECAP), asegura
que el Estado sea cada vez más inteligente y capaz de dar respuestas efectivas
a las necesidades de nuestros compatriotas.
Referencias
bibliográficas
(1)
Mario Krieger. El Método de Planeamiento Estratégico Participativo de Las
Organizaciones Públicas
(2)
Bazaga Fernández, Isabel; El Planeamiento Estratégico en el ámbito
Público
(3)
“El planeamiento estratégico y el
mejoramiento de la gestión pública”. Martínez Nogueira, Roberto