“La
administración y el gobierno están a disposición del control permanente del
pueblo que es quien nos da la autoridad y el mandato.” Juan
Domingo Perón.
En vista de la
situación actual que enfrenta nuestro país, es crucial que como trabajadores/as
públicos/as desempeñemos un papel activo y pongamos en marcha toda nuestra
voluntad transformadora para la creación, desarrollo, e implementación de
políticas públicas que aborden las necesidades de nuestra sociedad.
Para lograr esto, es necesario comprender el
estado actual de la situación y encarar los viejos y los nuevos desafíos.
También debemos respaldarnos en nuestro
conocimiento acumulado y valorarlo, convirtiéndonos así, en actores principales
y constantes en la implementación de políticas públicas.
De igual forma, el Estado debe intervenir de
manera activa adoptando un enfoque federal en la gestión de políticas que
promuevan el acceso a los servicios públicos esenciales, en nuestro caso el
servicio de energía eléctrica.
Por ello, es fundamental que se promueva la
divulgación y difusión en los diferentes sectores sociales, de todas las normas
que garantizan el acceso al servicio de distribución eléctrico, redundando esta
divulgación y su toma de conocimiento por parte de los usuarios, en el
desarrollo de un servicio de calidad y seguro para todos/as, donde el
consumidor eléctrico conozca con precisión las obligaciones de las empresas y
sus derechos como usuarios.
Como sindicato que representa a los y las
trabajadores del Estado, creemos firmemente que toda cuestión que hace a la
calidad de vida humana es de nuestra incumbencia y de nuestro interés
connatural.
Por lo tanto, es vital que trabajemos juntos,
trabajadores/as públicos/as y Estado, para construir una sociedad más
inclusiva y equitativa, donde se garanticen el acceso
a servicios y prestaciones necesarias para el desarrollo de todos/as.
Puntos de
vista
En estos últimos tiempos, el estado ha realizado
esfuerzos para que la inclusión social de los usuarios no se vea avasallada con
políticas monopolistas; realizar una distribución más homogénea entre los/as
ciudadanos/as e interactuar en forma conjunta con los principales actores, es
decir usuarios, empresas generadoras, transportistas y distribuidoras del
sector energético.
En el contexto vigente es necesario una mayor
inversión social de las empresas del sector energético.
El Estado deberá generar por medio de sus
gobernantes y sus trabajadores/as, en conjunto con las empresas del mercado
eléctrico, las condiciones proclives a aseverar la implementación de políticas
públicas que lleven en su esencia los ejes de una Responsabilidad Social.
Debemos tener siempre presente que un ente
regulador de servicios públicos tiene como tarea prioritaria encontrar un
equilibrio entre la calidad del servicio , la seguridad eléctrica, y el
servicio comercial, que debe brindar una distribuidora y sus costos asociados a esa calidad para poder
definir una tarifa óptima, razonable y sustentable, y una vez definido ese
equilibrio, desarrollar la capacidad técnica que permita detectar y evaluar en
forma eficiente eventuales desviaciones a esos parámetros.
Es de recordar que la Ley 24.065, reguladora de la actividad, en su artículo 56,
inciso k dice que el Ente Nacional Regulador de la Electricidad deberá: “Velar por la protección de la propiedad, el
medio ambiente y la seguridad pública en la construcción y operación de los
sistemas de generación transporte y distribución de electricidad”.
También remarca la Ley 24.065, en su Artículo 16
donde dice: “Los generadores,
transportistas, distribuidores y usuarios de electricidad están obligados a
operar y mantener sus instalaciones y equipos en forma que no constituyan
peligro alguno a la seguridad pública (…)”
El ENRE en su rol de regulador, requirió a las
empresas concesionarias bajo su jurisdicción, tanto en distribución como en transporte
de energía eléctrica, la aplicación de sistemas de calidad que denominó
“Sistemas de Seguridad Pública”, asimismo el ENRE desarrolló su propio Sistema de Gestión de Calidad para la regulación
y control de las empresas concesionarias en los temas de seguridad pública,
para gestionar armoniosamente todos los aspectos de la seguridad pública
adoptando como eje la prevención y la mejora.
Las redes de distribución, basadas en estas
premisas de prevención y mejora, y que abastecen a los usuarios formalizados es
instalada, operada y mantenida por la empresa concesionaria, cumpliendo con los
parámetros establecidos en la regulación. Es decir, se les suministra energía
eléctrica con calidad y seguridad controlada.
Pero dable es destacar que, en los barrios
carenciados, ya sea con medidores comunitarios o con conexiones precarias a la
red pública del servicio eléctrico carecen tanto de la calidad como de la
seguridad.
Por lo tanto, si miramos el dato de la cobertura
del servicio eléctrico desde un punto de vista de los derechos humanos, nos
dirá que tenemos en esta área al menos, un déficit de cobertura en igualdad de
condiciones que se debe solucionar.
En otro aspecto regulatorio y como consecuencia
de las características geográficas y socioeconómicas del país, en el contexto
de lo que refiere a las redes de Transporte de Energía Eléctrica, tales como la
ubicación de las fuentes de energía y de los consumos principales, se ha
desarrollado un sistema de transporte del tipo radial que cubre grandes
distancias, con demandas concentradas y plantas de generación importantes
alejadas de los principales centros de consumo.
Para el futuro, se evidencia la necesidad de
realizar una revisión de la normativa vigente, redefiniendo las ampliaciones del sistema de transporte,
con el objetivo de un desarrollo eficiente, previendo en el marco de una política
energética nacional.
La expansión del Sistema Eléctrico, se encuentra
limitado por la Ley 24.065 la cual debería ser repensada y/o adecuada para que
permita establecer una norma que involucre a todos los agentes del MEM –y no
solamente al Estado Nacional en la inversión y desarrollo del SADI.
Para el futuro, se evidencia la necesidad de
realizar una revisión de la normativa vigente, redefiniendo la responsabilidad
de los actores en la realización de las ampliaciones del sistema de transporte,
con el objetivo de un desarrollo eficiente, previendo las necesidades futuras
en el marco de una política energética nacional.
En lo referente a la Calidad Comercial de las
Empresas y sus Sistemas de reclamos , el ENRE en cumplimento de su objetivo de
protección, y cuidado de los usuarios de la energía eléctrica , ha
avanzado hacia una facilitación de acceso a los sistemas de
reclamos , ya sean estos Reclamos por Falta de Suministro Eléctrico; Reclamo
por Facturación ; Reclamos por falencias en
Calidad Comercial de las Empresas
prestatarias ; Reclamos por Calidad de Producto Técnico; Reclamos por Calidad
de Servicio Técnico ; Reclamos por Daños en artefactos; Reclamos por Cortes
Reiterados, Reclamos por Cortes Prolongados ; Reclamos por Incidentes de
Seguridad Pública ; Reclamos Ambientales; Reclamos
de Usuarios Electrodependientes; Reclamos
relacionados a la Tarifa Social, etc.
Ha de considerarse que la variedad de
posibilidad de reclamos disponibles para los usuarios, implica la coexistencia
de reclamos de rápida respuesta y solución (ej.: falta de suministro), y otros
que necesitan de un tratamiento administrativo-técnico- jurídico, que conlleva más tiempo en su respuesta y solución (Ejemplo: Reclamo
por daños en artefactos).
En la actualidad el ENRE cuenta con canales
electrónicos, con atención presencial y herramientas regulatorias para la
atención de las muchas problemáticas que afectan a los usuarios, y posibilitan
de manera competente procesar esta información, permitiendo así establecer
límites e incentivos para determinar la calidad brindada y por ende dar las
señales correspondientes al distribuidor para la corrección de eventuales
desviaciones.
Bien cierto es, y dable de enfatizar que, al
transcurrir del tiempo, la cantidad de reclamos sufrió un incremento
exponencial. Es destacable que desde el ENRE se fueron adoptando nuevas normas
regulatorias y medidas operativas, que han permitido la atención de la
totalidad de usuarios que tomaron comunicación con este Ente, aunque todavía
falta seguir trabajando en ese sentido.
Por lo cual, lo normado a tal fin, debería
quedar explícito en una futura reformulación de la ley que regula la actividad.
En el contexto de la regulación del servicio
comercial de las empresas se ejerce un control ex -post. y de encontrarse incumplimientos es sancionada de acuerdo
con lo que estipula el contrato de concesión, es decir se actúa en consecuencia
y no sobre las causas.
El ex-ante
debería ser parte del modelo de control.
Las empresas a instancias del ENRE también han
desarrollado sistemas, en sus redes sociales, que
permiten al usuario realizar sus reclamos. Siendo esto una mejora en atención.
Estamos en condiciones de afirmar que no puede
haber una verdadera inclusión, con servicios de primera necesidad obsoletos
para una sociedad que es dinámica, en constante cambio y avance demográfico.
Hacemos notar que es sumamente importante
fortalecer la presencia sólida y eficiente del Estado en el territorio con
personal experimentado y capacitado que pueda abordar con eficacia las
diferentes problemáticas que sufren los usuarios con relación al servicio de
electricidad.
En este sentido cabe mencionar que las
distribuidoras son las que tienen trato directo y permanente con la totalidad
de los usuarios y por ello, la eficiencia en su gestión técnica y comercial
determinará el nivel de aceptación por parte de la sociedad del servicio que
recibe.
Conocemos perfectamente las implicancias que
producen un mal servicio sin importar a quién o en dónde se lo brinde y el
malestar social que produce la falta de respuestas por parte de quienes lo
brindan o de quienes tienen la obligación de controlarlo.
Por ello, una eficiente gestión presencial del
ENRE que obligue a las empresas a brindar los niveles de calidad dentro de los
parámetros definidos oportunamente, es de suma importancia para que el grado de
aceptación de la población sea lo más alto posible, siempre dentro de un marco
de sustentabilidad del sistema.
Por otro lado, en el escenario actual es
necesaria una mayor Inversión Social de las empresas del sector energético.
Donde el Estado en su conjunto, genere por medio de sus gobernantes, las
condiciones proclives a aseverar la implementación de políticas públicas que
lleven en su esencia los ejes de una Responsabilidad Social.
Por todo lo arriba expresado se entiende que el
ENRE debe estar a la altura de las circunstancias, y para ello es necesario la
realización de un reordenamiento de las misiones y funciones de algunas áreas
encargadas de las tareas de control y regulación, en especial aquéllas que se
encargan de controlar y monitorear la calidad del servicio y la calidad del
producto, en todos sus aspectos.
En este proceso no debe de faltar el criterio de
la prevención regulatoria.
Este reordenamiento deberá ir acompañado de la
incorporación de nueva tecnología, modernización de algunos procedimientos y la
constante capacitación de todos los agentes que estén involucrados en las
diferentes tareas.
En este sentido, habrá que poner especial
atención en sectores del organismo dedicados a los temas que involucran desde
lo que implica las cuestiones del Transporte de la Energía Eléctrica; la
Atención de Fallas técnicas del Servicio; las de Relaciones con todos los
actores de la comunidad; lo referente a la seguridad
eléctrica; lo inherente a los reclamos de usuarios; y lo
correspondiente a la calidad de servicio comercial.
Con notable aseveración decimos que es
prioritario e indispensable que el ENRE desarrolle y ejecute una serie de
acciones tendientes a producir un cambio profundo, transformador y conceptual
en la forma de tratar estos temas.
Es decir, es necesario realizar una adecuada
revisión tarifaria; la constitución de una estructura moderna y eficiente con
un enfoque específico sobre todos los temas relacionados con la
comercialización, la calidad de producto y calidad de servicio eléctrico, con
nuevos procedimientos y normas.
PROPUESTAS
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Reorientación de la
inversión de las empresas con mayor perspectiva social, para lograr una mejor
equidad en la prestación del servicio eléctrico.
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Revisión de la ley que
regula la actividad, haciendo énfasis en las cuestiones técnico-jurídicas, en el ámbito del transporte de energía eléctrica.
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Revisión de la Ley
para lograr una mejor y mayor equidad de asistencia a los usuarios con
problemas de calidad de servicio y de producto técnico, en el ámbito de la distribución
de energía eléctrica.
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Control y seguimiento
de las Redes Sociales de las empresas distribuidoras, donde los usuarios
efectúan sus reclamos, potenciando una resolución rápida y correcta de los mismos.
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Creación de un sistema de reclamo en primer contacto.
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Optimización de la
resolución de reclamos on line con la
distribuidora.
?
Elaboración de
procedimientos que faciliten las acciones ex-ante
en los aspectos regulatorios.
?
Activar procedimientos
que acorten los tiempos de resolución de reclamos de los usuarios.
?
Elaboración dentro de
la próxima revisión tarifaria, la cual se debe contener e impulsar el sentido
social, debiendo hacerse las modificaciones a los indicadores actuales y
proponer la incorporación de algunos nuevos que permitan medir y evaluar en
forma moderna y certera la gestión comercial de las empresas incorporando
nuevos procesos utilizados con éxito en diferentes países.
?
Impulso con
determinación de políticas de acercamiento y contención a la comunidad, ya sea
en forma directa y presencial, o a través de sus organizaciones intermedias.
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Fortalecimiento de la
presencia sólida y eficiente del Estado en el territorio con personal
experimentado y capacitado que pueda abordar con eficacia las diferentes
problemáticas que sufren los usuarios con relación al servicio de electricidad.
?
Incorporación de
nuevas tecnologías afín de actuar preventivamente en la regulación.
?
Capacitación del
personal en forma permanente y asidua, en cada tema específico dentro de sus
funciones y en el uso de las herramientas informáticas modernas que hoy son
indispensables para desarrollar esta actividad.
En resumen, es fundamental que el Ente Nacional
Regulador de la Electricidad se adapte a los desafíos del presente y del
futuro. Estos cambios y/o reformas, incluso replanteos estructurales, son
necesarios e implican una revisión integral de las políticas públicas del ENRE,
una mayor inversión social de las empresas y una mejora continua en la calidad
y equidad del servicio eléctrico para todos los ciudadanos.
”Mirar
desde adentro la evolución o involución de la cosa pública y aportar
conocimientos con voluntad transformadora, para una mejora continua del Estado
es el privilegio, el compromiso y la responsabilidad, que cumplimos los trabajadores/as
públicos/as como columna vertebral del Estado.” Daniel Ríos