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02/03/71

 31/10/2022   1527

Por Dra. Silvana Blumett[1] y Dra. Graciela Notario[2]

 

El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos tiene entre sus objetivos primarios la facilitación del acceso a la justicia a toda la población, en especial a los sectores más vulnerables. En consecuencia, se han formulado e implementado políticas y programas de promoción y fortalecimiento de los derechos humanos y se han llevado a cabo diversas acciones dirigidas a uno de esos grupos vulnerables, las personas privadas de libertad.

En el ámbito penitenciario, desde el año 2000 la Dirección Nacional de Mediación y Métodos Participativos de Resolución de Conflictos viene desarrollando acciones basadas en el diálogo y en la implementación de herramientas de la comunicación orientadas hacia la reducción de la violencia en el sistema carcelario, con resultados satisfactorios.

 

En el año 2010 el Equipo de Docente de la Dirección Nacional de Mediación y Métodos Participativos de Resolución de Conflictos comienza a dictar diversos cursos de “herramientas de prevención y manejo de conflictos” para aspirantes al Servicio Penitenciario Federal en la Escuela de Suboficiales de la localidad de Ezeiza, Provincia de Buenos Aires, con el propósito de que esta materia fuera parte de su formación integral, y con miras a propiciar un gradual cambio de paradigma basado en la cultura del diálogo. Esa primera experiencia sirvió como antecedente para proyectar la incorporación de esta temática en la currícula de formación de los agentes del Servicio Penitenciario Federal.

Las referidas acciones han sentado las bases para la implementación de la mediación en contexto penitenciario y otros métodos de gestión adecuada de conflictos que, no sólo establecen condiciones adecuadas para el tratamiento de la conflictividad en espacios carcelarios, sino también inciden efectivamente en la llamada cultura violenta propia de los contextos de encierro.

 

La mediación penitenciaria constituye una de las especializaciones más recientes en materia de métodos de autocomposición de conflictos. Su objetivo primordial es el de abordar el conflicto, dentro del ámbito penitenciario, de manera pacífica y a través del diálogo. Se considera necesario y positivo, para el tratamiento de estas conflictivas, un giro hacia otro tipo de intervenciones que aportan herramientas superadoras del mecanismo sancionatorio como única respuesta al conflicto carcelario.

Estas diferentes estrategias de gestión participativa de conflictos - la mediación, negociación y facilitación - se presentan como instrumentos de gran relevancia a la hora de resolver la conflictividad en los espacios de encierro, respetando los principios generales de la mediación, tales como, la voluntariedad, confidencialidad e imparcialidad.

La aplicación de la mediación en los penales constituye un reto, ya que se trata de adaptar el proceso de mediación a un contexto conflictivo, punitivo y jerárquico. En los últimos años, su implementación en diferentes complejos penitenciarios se está convirtiendo en una herramienta eficaz para la resolución de conflictos en un ámbito altamente sensible.

En el mes de junio de 2011, a pedido del Sr. Secretario de Justicia, Dr. Julián Álvarez, se solicita al Equipo Docente de la Dirección Nacional de Mediación y Métodos Participativos de Resolución de Conflictos, el diseño de un Programa de mediación en ámbitos penitenciarios. Este diseño propone la implementación de la Mediación como herramienta de pacificación social que posibilite a las personas privadas de libertad, el abordaje de los conflictos de manera no violenta, con sus pares y con el personal del servicio penitenciario.

Si bien al diseñar el Programa se proyectó trabajar sobre toda la conflictiva que pudiera generar violencia en el ámbito penitenciario, con su implementación se confirmó la necesidad de trabajar en la reconstrucción y fortalecimiento de los lazos familiares tanto en la re vinculación familiar como en la mediación de conflictos entre los internos/as y sus familiares.  Fue así que, al momento de establecer la regulación, esta temática se consideró como uno de los objetivos principales del Programa.

Como resultado del trabajo conjunto del equipo docente de la Dirección Nacional de Mediación y Métodos Participativos de Resolución de Conflictos y el Equipo de Profesionales dependientes del Servicio Penitenciario Federal, que ya se encontraba desarrollando tareas de sensibilización para la  reducción de violencia  en distintas unidades penitenciarias,  se consensuó un plan de acción en el marco del Programa de Mediación, Métodos de Gestión Participativa de Conflictos y Reducción de la Violencia en Ámbitos Penitenciarios aprobado por Resolución Ministerial  N°007/11.

Este Programa tiene como uno de sus objetivos centrales el desarrollo e implementación de la mediación y otras prácticas participativas de resolución de conflictos en las instituciones encargadas del cumplimiento de las penas. Otro de sus ejes es el de la capacitación del personal del SPF y de las personas privadas de libertad, en herramientas de resolución de conflictos en general y, en mediación en particular, con el objetivo de promover el aprendizaje y la utilización de técnicas que permitan abordar los conflictos de manera no violenta.

La vida dentro de una cárcel presenta características que influyen negativamente en la interrelación personal. El contexto de encierro en el que se enmarcan las relaciones humanas dificulta la adopción de soluciones pacíficas a los conflictos.

            La mediación penitenciaria se caracteriza por abordar los conflictos de modo que posibilite una mejor y pacífica convivencia. Esto redunda en una mejor calidad de vida y reduce la necesidad de acciones segregativas (tales como: la movilidad de las personas privadas de libertad de sus unidades convivenciales y el aislamiento) que cronifican los condicionantes de los conflictos.  

 

La mediación penitenciaria es un valioso instrumento a utilizar y, como se plantea en el Programa, se extiende no sólo al personal penitenciario y a las personas privadas de la libertad, sino también a los familiares de éstos. Esto colabora con una mayor integración familiar que impacta favorablemente en los niveles de conflictividad, además de constituir un factor que contribuye a la disminución de los índices de reincidencia.

Como ya anticipamos, entre los objetivos del Programa de Mediación, Métodos de Gestión Participativa de Conflictos y Reducción de la Violencia en Ámbitos Penitenciarios está el de prevenir y abordar adecuadamente los conflictos, promover el aprendizaje de conductas de diálogo y escuchas dirigidas a comprender el interés del otro, así como el de asumir la responsabilidad tanto en la co-construcción del conflicto como en su resolución. También se busca reducir las intervenciones administrativas y judiciales,

Si bien el Programa comienza a implementarse como Programa Piloto con la población de jóvenes adultos y de mujeres, con el tiempo fue ampliándose el campo de acción. En la actualidad, nos encontramos trabajando en todos los Complejos Penitenciarios Federales ubicados en la Provincia de Buenos Aires, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en los Complejos o Unidades Penitenciarios Federales del interior del país. Por ello, se trabaja con toda la población tanto con mujeres como con varones, adultos y jóvenes adultos (estos últimos son aquellos comprendidos entre los 18 y los 21 años de edad).

A efectos de la detección de los casos en los que se trabaja, el equipo de mediación penitenciaria (en adelante EMP) lleva a cabo entrevistas con las personas privadas de libertad (en adelante PPL) a las que accede por diferentes fuentes de derivación, entre ellas, las derivaciones que se realiza el personal jerárquico del Servicio Penitenciario Federal (Jefes de Complejo, Directores de unidades residenciales, jefes de las divisiones de sociales, educación, salud, trabajo y criminología). También por las charlas de sensibilización que brinda el EMP tanto al personal del SPF como a las personas privadas de libertad. El EMP es acompañado por el personal penitenciario, en su ingreso a los diferentes pabellones a fin de realizar las charlas de sensibilización. Los objetivos de la charla son: presentar al equipo de trabajo, explicar los alcances del PMP y relevar casos que puedan ser abordados desde alguno de los métodos propuestos por el PMP. Se utiliza un lenguaje claro y sencillo, asegurándose de esta manera que el contenido de la información sea efectivamente comprendido por los internos/as. La charla tiene una duración aproximada de 20 a 30 minutos. Estas charlas posibilitan que las PPL conozcan la existencia del recurso para poder abordar sus conflictos a través del diálogo. Finalizada la charla todos aquellos interesados pueden anotarse para ser posteriormente entrevistados, en forma individual, por el EMP.  Otra importante fuente de derivación de casos son aquellas PPL que ya han tenido la oportunidad de participar de una mediación, facilitación o han sido orientados por el EMP.

En cuanto a los tipos de casos en los que se trabaja pueden ser tanto conflictos entre PPL por cuestiones de convivencia entre ellos, como conflictos entre las PPL y sus familiares. Éstos últimos pueden ser casos de re vinculación familiar, como casos de régimen de comunicación, cuota de alimentos o bien por problemáticas con otras instituciones (con ANSES, escuelas, hogares, entre otras). También se puede intervenir en situaciones que se dan entre las PPL y el SPF a fin de ayudar a aclarar, desde el diálogo, situaciones de conflicto vinculadas a temas de salud, temas de convivencia, visitas de penal a penal, entre otras.

Luego de entrevistada la PPL y como resultado de la evaluación del caso que realiza el EMP, la consulta puede ser derivada a alguno de los siguientes procesos:

a. Orientación: en este proceso el EMP brinda al/a la interno/a la información necesaria para evacuar su consulta ante el caso planteado. Los casos clasificados como “orientados” en la estadística, no requieren ninguna otra acción, por parte del EMP, más que proporcionar al consultante la información solicitada, ya sea que se le brinde en el momento de la entrevista o en un encuentro posterior.

b. Facilitación: es el conjunto de acciones e intervenciones que realiza el mediador para la gestión del conflicto, sin reunión entre las partes ni desarrollo del proceso de mediación, con sus etapas y contexto característico. En el contexto penitenciario, generalmente se utiliza la facilitación para la intervención en problemas relacionados con temas de salud, trabajo, visitas de penal a penal, gestiones tanto con las diferentes divisiones del SPF como con instituciones externas, entre otros. En la facilitación el/la mediador/a utiliza técnicas y herramientas propias de los métodos RAD, sin sujeción a la estructura de procedimiento propio de la mediación. Toda facilitación incluye, en algún momento de la intervención, un proceso negocial. También puede darse la situación de un caso que comience siendo facilitado y por sus particularidades derive en un proceso mediatorio.

c. Mediación: es el método de resolución de conflictos mediante el cual el/la mediador/a, como tercero imparcial, facilita la comunicación entre las partes (una de las cuales -o ambas- se encuentra privada de la libertad) en conflicto, a través de un proceso dirigido, para que éstas de modo colaborativo, encuentren una solución mutuamente satisfactoria.

Cabe destacar la importancia del trabajo conjunto con otros organismos para el logro de los objetivos del Programa tales como: defensorías; fiscalías; juzgados; diferentes divisiones  del SPF (por ejemplo, de Sociales, de Psicología,  de Judiciales y de Criminología); Defensoría General de la Nación: “Programa Piloto para la Asistencia Jurídica a Mujeres Privadas de la libertad”, “Programa Piloto para la Asistencia Jurídica a Hombres Privados de la libertad” y “ Programa de Atención a las Problemáticas Sociales y Relaciones con la Comunidad”; SENAF (Secretaría Nacional de la Niñez, Adolescencia y Familia): Programa de Protección Integral de los Derechos de Niñas y Niños con Madres Privadas de la Libertad; también, otras direcciones del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, como la Dirección Nacional de Readaptación Social;  la Dirección Nacional de Asistencia a Personas bajo Vigilancia Electrónica, Dirección Nacional de Acceso a la Justicia entre otras.

La posibilidad de trabajar en red con otros organismos o bien con las distintas divisiones del SPF, según el caso lo requiera, ha sido el resultado de la legitimación del EMP por la constancia y eficacia de la labor realizada y podemos afirmar que enriquece la intervención en beneficio de la PPL con la que se trabaja.

A modo de conclusión, podemos destacar que el trabajo que realiza el EMP en el contexto penitenciario es el resultado de la conceptualización de la experiencia en mediación penitenciaria realizada por la Dirección Nacional de Mediación y Métodos Participativos de Resolución de conflictos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la República Argentina.

Las estadísticas realizadas desde los inicios del Programa, en agosto de 2011 hasta la actualidad, muestran la aceptación y valoración del mismo tanto por parte de las PPL como del personal del Servicio Penitenciario Federal.

La utilización de metodologías participativas ha demostrado favorecer la reducción y prevención de la violencia en el ámbito penitenciario, ofreciendo una nueva modalidad de resolución de los conflictos.

Los resultados obtenidos y la recepción positiva lograda en los actores del conflicto penitenciario muestran el acierto de la implementación del Programa como política pública de Estado, centrada en las Prácticas Restaurativas y la resolución pacífica de los conflictos penitenciarios.

 

Por último, como trabajadoras que llevan adelante la tarea en mediación en este contexto, queremos destacar que nos es grato ser protagonistas de la implementación de esta política pública. Estamos convencidas de la importancia y beneficios que trae la implementación de este programa de mediación en contexto penitenciario dado que, posibilita que las personas privadas de libertad y sus familias, tengan la oportunidad de abordar sus conflictos a través del diálogo. A través de la experiencia hemos comprobado que la re vinculación familiar brinda la posibilidad de dar un salto cualitativo profundo; las generaciones de redes familiares de contención colaboran a la reinserción del interno y ayuda a evitar la reincidencia del mismo. Sabemos que, aunque a veces los conflictos no pueden solucionarse, el haber tenido la experiencia de abordarlos a través del diálogo, en muchos casos deja -en las PPL y en su familia- una huella positiva, valoran ser escuchados/as y acompañados/as para ayudarlos a aclarar y/o resolver aquellas situaciones que los preocupan.

 

Equipo de Mediadores del Programa: Dra. Malen Blanco, Dra. Patricia Castelanelli, Dra. Erika Lederer, Lic. Miriam Markus, Dr. Enrique Munnné Bonilla, Dr. Daniel Prezioso, Dra. Rosario Saavedra y Lic. Silvia Torres.



[1] Abogada y Mediadora. Coordinadora del Programa de Mediación, Métodos de Gestión Participativa de Conflictos y Reducción de la violencia en Ámbitos Penitenciarios.

[2] Abogada y Mediadora. Integrante del equipo del Programa de Mediación, Métodos de Gestión Participativa de Conflictos y Reducción de la violencia en Ámbitos Penitenciarios. 

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