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 28/03/2022   703

El Continente Antártico es usualmente llamado el “Continente Blanco”. Esto es claramente debido a que casi la totalidad del continente está cubierto por hielo o por nieve. Esto corresponde a más del 98 % de la superficie de los 14.000.000 de km2 que tiene el Continente Antártico. Entonces el hielo y la nieve y su dinámica de comportamiento son objeto fundamental de estudio dada la gran extensión y la relación entre estos y todos los eventos y componentes del medio ambiente antártico, y por extensión, del medio ambiente global.

Esta gran extensión representa un desafío para la comunidad científica internacional y en particular para la del Instituto Antártico Argentino, ya que las condiciones de acceso, climáticas y logísticas, son muy adversas a lo largo del año, principalmente durante el invierno austral. Es por esto que las investigaciones tiene un largo recorrido de ejecución. Todo empieza a partir de una propuesta de investigación que se diseña y se presenta para su evaluación y aprobación, si es que es considerada de interés y que tiene capacidad de ser realizada a pesar de todas las circunstancias mencionadas. A partir de la aprobación, se comienza la organización de las actividades y coordinaciones necesarias para ejecutar el proyecto de investigación.

Para las investigaciones glaciológicias, los objetos de estudio son los glaciares o cuerpos de hielo de la zona de interés, que generalmente se encuentran lejos de las bases antárticas permanentes que tenemos en el país. Es por esto que, además del traslado necesario para llegar a la Antártida mediante un avión o un barco, luego de arribar a la base será necesario realizar otro traslado desde la base permanente hasta el glaciar o a las cercanías del  mismo, dependiendo las actividades que se deben realizar.

Uno de los principales objetivos de las actuales investigaciones glaciológicas en la Península Antártica es la de obtener y monitorear el balance de masa anual del glaciar Bahía del Diablo, ubicado en la Isla Vega. Obtener o calcular el balance de masa de un glaciar consiste en determinar las zonas donde la nieve o hielo se acumuló durante el año, y determinar las zonas donde la nieve o hielo se perdió durante el mismo tiempo. Luego, para cada sector determinado es necesario obtener la cantidad de nieve o hielo ganada o perdida. Finalmente, sumando o restando cada sector de acuerdo al área que representa, se puede determinar como resultado final si el glaciar ganó o perdió masa de hielo o nieve durante el año anterior. La cantidad resultante se convierte en su equivalente en agua, midiendo previamente cuál es la densidad del hielo y la de la nieve en cada punto observado. De esta manera, siempre es posible comparar con resultados de años anteriores, y será posible de comparar con los resultados de años posteriores.

Como se podrá deducir, las actividades necesarias para determinar el balance de masa de un glaciar, requieren de un gran esfuerzo y tiempo de trabajo de campo en el glaciar bajo estudio. En particular, este trabajo consiste en instalar en forma distribuidas sobre toda la superficie del glaciar una red de balizas o estacas que quedarán fijas a la superficie del glaciar y serán utilizadas como punto de comparación de un año a otro. Para ello, se requiere recorrer la totalidad de la superficie del glaciar, para acceder a todas las balizas instaladas en campañas anteriores, y poder medir cada una junto con la determinación de la densidad de nieve o hielo de cada punto. En los glaciares que se encuentran en las cercanías de ciudades o poblaciones, o que son accesibles de manera simple mediante algún tipo de transporte, las tareas para llevar a cabo un proyecto de balance de masa de un glaciar son más sencillas que en los casos donde no existen estas posibilidades o cuando las distancias son mucho más grandes. En el Continente Antártico no ocurre esto. Son muy pocos los sitios en las cercanías a las bases antárticas donde puede llegarse, como es el caso del glaciar Bahía del Diablo. En las cercanías del mismo, cada verano desde el Departamento de Glaciología del Instituto Antártico Argentino realizamos un pequeño campamento durante unas semanas para poder realizar todas las tareas necesarias. El campamento requiere emplazarse en una zona segura y para esto es necesario llevar en helicóptero desde la Base Marambio todo el material necesario para el emplazamiento y la supervivencia, junto con víveres, combustible y material científico que será requerido durante el tiempo que durará el mismo.

Además de determinar el balance de masa del glaciar, y teniendo la ventaja del emplazamiento temporario de un campamento en las cercanías, resulta sumamente interesante y útil realizar actividades complementarias para las investigaciones. Es posible instalar una estación meteorológica automática, realizar mediciones de caudales en los cursos de agua que provienen del deshielo del glaciar, se pueden realizar mediciones topográficas y de espesores de hielo con sistemas de medición específicos, instalar dispositivos automáticos de medición o toma de fotografías, que registraran datos a lo largo del año luego del desarmado del campamento.

 

Fotos del glaciar Bahía del Diablo, campamento y trabajos.

 

En este punto podemos ver que hasta el momento solamente nos dedicamos al estudio de un solo glaciar, que de hecho tiene una superficie de solo 12,9 km2, muy pequeña en comparación con los 14.000.000 Km2 aproximados que tiene todo el Continente Antártico. Y claramente debido a la gran extensión de la Península Antártica y de la distribución de las bases antárticas argentinas, es posible extender el área de investigación, pero no con el mismo detalle que ya hemos descripto. No solamente porque el trabajo requiere de tiempo y personal dedicado e instalado por un periodo de tiempo en las cercanías de un glaciar, si no porque los cuerpos de hielo existentes en toda la Península Antártica son en general de grandes extensiones, cientos o miles de km2, con la superficie muy agrietada debido a la dinámica de los mismos, imposibilitando el recorrido en toda su superficie durante unos pocos días que puedan ser accesibles logísticamente durante el verano.

Es por esto, que para la gran mayoría de los glaciares de la Península Antártica una manera eficiente de realizar investigaciones y monitoreo de su comportamiento dinámico a lo largo del tiempo es mediante la utilización de sensores remotos, como lo son por ejemplo las imágenes satelitales. Poder abarcar glaciares de gran superficie o grandes extensiones como lo son las barreras de hielo, es solamente posible a través del uso de imágenes satelitales de distintos tipos, pero que tienen la capacidad de cubrir toda el área de interés.

De todos modos, de acuerdo con las condiciones de accesibilidad y a las distancias a diferentes glaciares, se trata de acceder para realizar algún tipo de medición puntal, o para instalar algún sistema de medición autónoma. Es así que en las cercanías de distintos glaciares, como por ejemplo las barreras de hielo Larsen, en la Base Matienzo o en la isla James Ross, cercana a la Base Marambio, se han instalado estaciones meteorológicas automáticas, sensores autónomos, sistemas de cámaras fotográficas, o simplemente balizas de medición de acumulación. Así, es posible obtener información climática en una gran área de cobertura y con alcance o relacionados con distintos cuerpos de hielo de la región.

Estas instalaciones o mediciones puntuales, son realizadas en el mismo día de trabajo, aprovechando las capacidades logísticas existentes en la Base Marambio. Es así que para varios sitios de los mencionados, se realiza un vuelo en avión o helicóptero desde la Base Marambio hasta el sitio de interés, donde luego de aterrizar quedamos en el sitio un periodo breve de tiempo mientras se realizan las mediciones e instalaciones. Luego de terminadas, retornamos a la Base Marambio. Es así que al utilizar esta metodología, no es necesario realizar un campamento con todos los elementos de seguridad requeridos, y se pueden acceder a más sitios durante una misma campaña de verano, aprovechando los días de buen clima que así lo permitan.

 

Fotos del glaciar Bahía del Diablo, campamento y trabajos.




Fotos de trabajos con el radar de hielo, en James Ross y en Larsen C.

 

Durante cada campaña de verano, se recuperan todos los datos que se van almacenando a lo largo del año, se realizan mediciones directas del estado los glaciares y se reacondicionan todos los dispositivos para que continúen su funcionamiento durante el año siguiente. Reunimos toda la información posible antes de regresar del Continente Antártico, la que luego será procesada durante el resto del año en el Instituto Antártico Argentino. Lejos de los glaciares, solamente es posible acceder a datos que se obtienen mediante sensores remotos. Se procesan, comparan con datos previos, se determinan  los cambios y se vinculan con los datos de terreno obtenidos en las campañas antárticas. En primer lugar obtenemos el resultado de lo ocurrido en el último año, el comportamiento del clima, y otras variables de interés.

Así, continuamos las investigaciones de los glaciares en la Antártida el resto del año, continuando los análisis, recopilando datos, realizando publicaciones y presentaciones de los resultados que vayan obteniéndose. A lo largo del año se realizan intercambios con otros investigadores tanto del país como de otros países, lo que permite comparar los datos obtenidos con aquellos de otros equipos de investigación que realizan trabajos similares en otros glaciares. Se pueden obtener patrones de comportamiento relacionados, zonas de interés en común, objetivos similares, etc. Esto puede llevar a concretar nuevos proyectos en común. Ya sea con estas propuestas de colaboración, como así también con nuevas propuestas propias, se comienza a planificar nuevamente una campaña antártica para el siguiente verano. Se mantiene de esta manera el objetivo principal, que es investigar y monitorear el comportamiento de los glaciares de la Antártida y las relaciones y consecuencias con el medioambiente.

 

* Jefe del Departamento de Glaciología, dirige y participa en proyectos de investigación nacionales e internacionales referidos al estudio de los glaciares, el clima relacionado con ellos y el monitoreo y seguimiento de los cambios dinámicos observados.

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