La Antártida es el continente más frío, seco y ventoso del planeta debido a su ubicación alrededor del Polo Sur. Allí los niveles de radiación solar entrante son extremadamente bajos. Pero, además, debido a que es un continente completamente rodeado por océanos, se genera a su alrededor una circulación atmosférica y, en especial, oceánica que limita notablemente el ingreso de masas de agua y de aire más templadas de otras latitudes. Esto favorece aún más las condiciones climáticas muy frías sobre el continente. En consecuencia, y como se puede ver en la figura 1, se ha ido formando un enorme casquete polar sobre el continente como resultado de la acumulación de cubiertas de nieve a lo largo de cientos de miles de años. De este modo, la Antártida es el continente que tiene la altura promedio más elevada del mundo, con lugares que pueden alcanzar hasta los 4.800 m sobre el nivel del mar.

Este casquete polar o mantos de hielo se encuentran “contenidos” gracias a la presencia de barreras de hielo a lo largo de toda la Antártida, como se puede apreciar en la figura 2. Sin estas barreras, una inimaginable cantidad de hielo terminaría en el océano elevando en el mundo el nivel medio del mar más de 60 metros.

La Antártida se encuentra rodeada por mar pero debido a las bajas temperaturas del aire y del agua, el mar se encuentra congelado. A esto se lo conoce como hielo marino, el cual no desaparece en verano pero aumenta hasta 4 ó 5 veces su extensión durante el invierno. La Antártida, además, es el gran sumidero de calor del hemisferio sur. Es decir, recibe calor excedente de los trópicos, permitiendo, así, que se alcance un delicado equilibrio.

¿Cuál es la temperatura más fría que se midió alguna vez en nuestro planeta?

La Antártida es el continente más frío debido, principalmente, a su ubicación. Pero, como dijimos, esta característica se acentúa debido a la presencia de una circulación oceánica y atmosférica alrededor de la Antártida, que la aísla, provocando temperaturas aún más bajas. Esto ha generado una enorme acumulación de nieve durante miles y miles de años resultando en un casquete polar de miles de metros de altura sobre el continente y, por lo tanto, convirtiéndolo en el continente más alto del planeta. De este modo, no es de extrañar que la Antártida ostente, por lejos, el récord mundial de temperatura más baja alguna vez visto. Registrado en la base rusa Vostok, el 21 de julio de 1983, se alcanzó a medir en superficie unos inéditos -89,2°C.

¿Por qué la Antártida es un continente tan ventoso?

La presencia de una superficie de hielo en la Antártida hace que el aire en los primeros centímetros o metros se enfríe más rápido. Es aire que al estar más frío se torna más denso y, por lo tanto, comienza a descender por las pendientes del enorme casquete polar que se ubica sobre el continente antártico. De este modo, se generan vientos muy persistentes y fríos en superficie, denominados vientos catabáticos, como se puede observar en la figura 3, los cuales se dirigen desde las zonas más altas en el interior del continente hacia las zonas más bajas en las costas.

Cambio climático

A pesar de ser el continente más frío del planeta, la Antártida no ha estado exenta del calentamiento global. El continente blanco ha mostrado un gran contraste en el cambio observado en los últimos 50 años. Mientras que en Antártida Oriental se observan señales muy débiles de calentamiento, e inclusive, algunos lugares han mostrado un enfriamiento, Antártida Occidental evidencia un notable calentamiento, como se puede ver en la figura 4. La península antártica, de hecho, muestra el mayor aumento de temperatura del mundo después de la región Ártica. La temperatura promedio ha subido casi 3°C en 50 años, triplicando, e inclusive más, el aumento observado a nivel global. De este modo, la península antártica se convierte en una región crítica, estudiada por investigadores de todo el mundo, entre ellos, del Instituto Antártico Argentino, perteneciente a la Dirección Nacional del Antártico.

Estos cambios tienen un gran impacto sobre la biósfera y la criósfera, ya que afectan notablemente los ecosistemas antárticos y tienen un impacto directo sobre el balance natural de los glaciares. Un rápido aumento de la temperatura global, como está ocurriendo debido a la emisión humana de gases de efecto invernadero, puede acelerar el derretimiento del casquete polar en Antártida Occidental. De hecho, este es uno de los 8 puntos de no retorno del Cambio Climático Global que esperemos no se lleguen nunca a alcanzar.

*Departamento Ciencias de la Atmósfera - Instituto Antártico Argentino/Dirección Nacional del Antártico, Fundación Sustentabilidad Sin Fronteras, Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas - Universidad Nacional de La Plata