Desde UPCN queremos expresar nuestro más enérgico rechazo a la intención de aprobar un proyecto de Ley de Emergencia Económica, que lejos de estimular y salvaguardar la economía y la salud pública, pone en riesgo la paz social, y evidencia una total falta de empatía con la dura realidad que viene sufriendo el bolsillo de las trabajadoras y los trabajadores públic@s de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Reconocemos la capacidad de escucha y autocrítica en distintas decisiones durante esta crisis sanitaria. Nadie puede ignorar que esta pandemia nos afecta a todo@s. Pero afecta especialmente a l@s trabajadore@s, algunos de tareas esenciales, no sólo de hospitales públicos, de áreas de salud y emergencias, sino también quienes tienen que seguir sosteniendo las distintas tareas vinculadas a los espacios públicos, cementerios, logística, de higiene,  de servicio a l@s ciudadan@s, y demás tareas administrativas que dan vida a la ejecución de las políticas públicas dictadas por la administración, sin olvidar a las fuerzas de seguridad y el sector vial. Por eso nuestro compromiso se expresa en el trabajo conjunto para seguir preservando la salud de quienes están al frente en la batalla contra ese enemigo invisible que se da en llamar Covid-19.

En un momento que a nivel mundial se reconoce la importancia del Estado y de las políticas que nos deben contener y cuidar frente a un mal tan acuciante, esperamos que se siga reconociendo a l@s trabajador@s como la verdadera dimensión humana del Estado y no se avance de ninguna manera con la propuesta de “pago escalonado y/o diferido de haberes de nóminas salariales” que refiere el artículo 19 del proyecto de ley al que nos referimos.

Está visto en estos tiempos que la mayoría de los profetas de la economía intentan desentenderse del estado de derecho, así como de las normas legales que tutelan los distintos aspectos de la vida en sociedad, y por sobre todo se distancian del sentido común y de humanidad de los que debieran estar provistos los más destacados líderes mundiales. La democracia que l@s argentin@s elegimos de una vez y para siempre, no puede ser avasallada por intereses mezquinos o razones que se pretenden por encima de la vida misma.