Igualdad de Oportunidades

ACTO CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE MARIA EVA DUARTE (Bº Huaziul)

 12/05/2019   626

ACTO CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE MARIA EVA DUARTE (Bº Huaziul)
En el marco de los actos referidos al nacimiento de la compañera  María Eva Duarte, se realizó el acto recordatorio del centenario del nacimiento de María Eva Duarte, para nosotras, la Cra. Evita. La abanderada de los humildes, no resulta fácil reseñar en pocas palabras, un recorrido por su intensa vida de tan solo 33 años, desde su infancia hasta su lucha final contra el cáncer y el nacimiento del mito. Su enorme tarea que comienza al compartir su vida con el influyente Coronel Perón, a quien había conocido en enero de 1944, en oportunidad de llevarse a cabo un festival de beneficencias en el Luna Park, para recolectar fondos para auxiliar a las víctimas del terremoto que destruyó a nuestra provincia en aquel fatídico 15 de enero de 1944.  Desde aquel festival solidario la pareja y luego de concretar una formal unión matrimonial, vivió una intensa relación de amor. Ya en su rol de primera dama es cuando aflora, con mayor intensidad en su corazón una sensibilidad innata, demostrada con mucha energía en su opción por los pobres y mas necesitados, a la luz de uno de los tres valores de la Doctrina Nacional Justicialista "La Justicia Social". El discreto papel que tradicionalmente jugaron las primeras damas en el protocolo oficial se pulverizo por aquella Evita convertida en una vibrante líder política. Evita fue la primera representante del género en aparecer junto a un presidente en actos oficiales. También, recién casada, fue la primera mujer en participar de una gira preelectoral. Y ya como primera dama multiplico su presencia en pueblos, fabricas, plazas y actos políticos. La Evita trabajadora, cercana a los humildes fue el resultado del culto a su figura, pero también de su trabajo. Fue el enlace de Perón con los trabajadores y representante de las mujeres del movimiento y la madre de todos los sufrientes.
Dicho esto, creo que esta circunstancia amerita una especial referencia sobre los "Derechos de la Mujer" que históricamente venían siendo injustamente conculcados. Las mujeres argentinas estábamos deliberadamente marginadas en todos los acontecimientos cívicos que se llevaban a cabo en nuestro país. Es justo reconocer que en San Juan, por decisión de un gobierno bloquista a las mujeres, en el año 1927, se les confirió el derecho a votar. Un simple detalle, al margen que las mujeres no podíamos sufragar, en el edificio del Congreso no contaban con baños para mujeres. Es el Justicialismo que dio a las mujeres argentinas los principios de una concepción política totalmente ajena a los viejos postulados feministas y tuvo en Eva Perón su más acabada militante. Es así como la mujer tomo un papel activo, junto al hombre, no en competencia, sino en colaboración con el, complementándolo para construir juntos un destino común. De ahí que la emancipación de la mujer cobra un nuevo sentido. No es una emancipación individualista, ni feminista, sino que se realiza dentro de los límites del proceso de liberación en el que estaba empeñado nuestro país y por lo cual lucha junto a su compañero.
Evita y el Gral. Perón, reunieron a las mujeres para la conquista de sus derechos políticos, esfuerzo que dio el resultado esperado al lograr la sanción de la Ley 13010, que consagro el voto femenino. De esta manera la mujer argentina nace a la vida cívica, deseosa de participar en ella. En función de ello, las mujeres somos convocadas a ser forjadoras de nuevos modelos de acción y de pensamiento y para esto basta que volquemos a la vida pública, el amor, la fe el coraje y el espíritu de sacrificio que desplegamos en nuestros hogares.
Esa es nuestra misión, ejercer con justicia y razonabilidad nuestro derecho, para crear junto al hombre una humanidad mejor, irrumpiendo definitivamente en todos los niveles, participando activamente en la vida política del país e incorporándonos también a las tareas productivas.
Como nos decía el Gral. Perón : "Las mujeres tienen en si un sagrado deber que cumplir: convertirse en incansable predicadoras de nuestras consignas. Ellas pueden ser el habito vivificador que pueden salvar a la patria. Por eso quiero exhortarlas para que como en tiempos pasados, sean el acicate tesonero que ha de mantener permanentemente flameando la bandera de las reivindicaciones populares argentinas".
Hoy las mujeres justicialistas tenemos en nuestra memoria viva la palabra y la presencia de "Evita", sus ejemplos nos arrastran inclaudicablemente a la lucha por el bienestar del pueblo argentino y particularmente por los que más lo necesitan.
Muchas gracias.


 

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