Una alimentación adecuada, equilibrada, variada y de calidad es esencial para obtener y mantener óptima nuestra salud y calidad de vida. Tanto la alimentación como la  nutrición son necesidades y derechos básicos de toda persona que anhela vivir y   desarrollarse con bienestar y plenitud, por lo que es de gran importancia el rol del nutricionista en nuestra sociedad.

Cuando comencé a estudiar la carrera, mi prioridad era recibirme para poder colaborar en disminuir la desnutrición infantil y los trastornos alimentarios en la población; sin embargo al egresar de la Universidad el panorama había cambiado -por no decir totalmente distinto- siendo la prioridad educar en la prevención de Enfermedades Crónicas no transmisibles como lo son la Obesidad, la Diabetes, la Hipertensión Arterial, las alteraciones de Colesterol y Triglicéridos en todos los grupos etéreos, entre otras.

Fueron estas problemáticas las que me  llevaron a querer trabajar en políticas orientadas a mejorar la calidad vida, asesorar en adecuados hábitos alimentarios y estilos de vida saludables, llevando a cabo acciones que permitan disminuir factores de riesgo cardiovascular y de patologías crónicas que provocadas por una mala nutrición, exceso de calorías y grasas y falta de actividad física, producto del sedentarismo predominante en la actual sociedad.

Fui entonces desarrollando tareas como Nutricionista en la Subsecretaria de Políticas
Alimentarias, donde surgieron proyectos destinados a esta problemática para personas en situación de vulnerabilidad social, donde también tuve la gran oportunidad de trabajar junto a otras personas y colegas en la reglamentación de la Ley de Celiaquía a nivel provincial y a través de ésta solicitar a la Obra Social de la Provincia que incluya a los Licenciados en Nutrición como prestadores sociales.

A raíz de esto pude tomar dimensión de que estaba destinada a estudiar y llevar en alto esta enriquecedora profesión que terminó nutriéndome de proyectos y metas realizadas, y que me alimenta día a día a seguir aportando, colaborando y proyectando acciones tendientes a mejorar la alimentación y así proteger la salud de la población entrerriana.

El 11 de agosto es el Día del Nutricionista, fecha que se celebra en Latinoamérica desde 1974 en conmemoración del nacimiento del Dr. Pedro Escudero, médico argentino, pionero de la nutrición. Es por ello que a través de esta nota quiero compartir el orgullo que siento por haber elegido esta profesión y elevo un fuerte abrazo a todos mis colegas en nuestro día. 

¡Feliz día del Nutricionista!

(*) por Tamara Mansilla, nutricionista. MP. 15.454
Nota publicada en la Revista Nº 18 - Enlace Sindical