UPCN Digital
Juventud

MODELO ARGENTINO-GENERAL JUAN D. PERON TERCERA ENTREGA

 24/08/2018   1225
ANTECEDENTES HISTÓRICO-POLÍTICOSQUE CONDUCEN AL MODELO ARGENTINO 

1. Las enseñanzas del proceso histórico mundialDe dos fuentes proviene el crecimiento económico de los países más avanzados.Por un lado, de sus propios recursos tecnológicos y acumulación de capital.Por el otro, del acceso a las riquezas y el trabajo de los países colonizados.El traspaso de las riquezas de estos últimos países a las grandes potencias seefectuó de muy diversas formas. De acuerdo con las circunstancias, se utilizódesde el procedimiento de la apropiación física hasta el de la remesa de beneficiospara las inversiones imperiales, pasando por las etapas intermedias deambos extremos.De esa manera, muchos países colonizados expandieron su producto pero nosu ingreso mostrando, al mismo tiempo, un aparente progreso que, en realidad,encubría su miseria.Para mantener este sistema se necesitó de la dominación política. El armaempleada para ello, también se adecuó a las circunstancias. 

Fue así como se acudió al empleo de las fuerzas militares, con intervencionesdirectas o indirectas; al copamiento de gobiernos o de sectores claves de un país;a la complicidad de los grupos dirigentes; a la acción sutil de las organizacionesque sirven a intereses supranacionales; a los empréstitos que, bajo la forma de«ayudas», atan cada vez más a los países dependientes. Es decir, se recurrió acuanto procedimiento fuera útil para los fines de dominación perseguidos.Ésta ha sido una evolución particularmente notable del sistema imperialistadurante casi todo el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. En su transcurso,las espaldas de los trabajadores de los pueblos sometidos —tanto del mundo  oriental como del occidental— han sobrellevado, en buena medida, la carga delprogreso de las metrópolis imperialistas. 

Pero la situación internacional está sufriendo profundas conmociones: lospueblos comienzan a despertar, motivando que los países dependientes se veanobligados a tomar partido frente a dos elecciones:- Por un lado, elegir entre neocolonialismo y liberación. Para nosotros laelección resultaba obvia y, cuando dijimos que había que construir el «tercermundo», no hicimos otra cosa que dar un nombre y un sentido al camino deliberación elegido.- Por el otro, se presenta la elección entre capitalismo y comunismo comoopciones inevitables. Nosotros percibimos el error de considerar como únicasalternativas a dos posiciones extremas que han servido para la dominación. Asísurgió la «tercera posición». 

Venimos sosteniendo estos conceptos desde hace tres décadas. Consecuentecon ellos, Argentina inició un proceso de cooperación latinoamericana para lograrla liberación. Ya la idea de comunidad latinoamericana estaba en San Martíny Bolívar: ellos sembraron las grandes ideas y nosotros hemos perdido un sigloy medio vacilando en llevarlas a la práctica.Ahora, para corregir el rumbo que equivocadamente tomamos, debemos profundizar,entre otros lazos de unión, la línea de los tratados de complementacióneconómica que, como el firmado en Santiago de Chile hace 25 años entre estepaís y la Argentina, estén abiertos a la adhesión de los demás países del área conla finalidad de alcanzar una integración económica sudamericana.391 

Este proceso arroja algunas enseñanzas que es conveniente no desaprovecharen nuestra acción futura.Podemos sintetizar tales enseñanzas en las siguientes consideraciones: 391. Cada país participa de un contexto internacional delque no puede sustraerse. Las influencias recíprocas son tan significativas quereducen la posibilidad de éxito en acciones aisladas.Es por eso que la comunidad latinoamericana debe retomar la creación de supropia historia, tal como lo vislumbró la clarividencia de nuestros libertadores,en lugar de conducirse por la historia que quieren crearle los mercaderes internosy externos.Lo repito una vez más: el año 2000 nos encontrará unidos o dominados. 

Nuestra respuesta contra la política de «dividir para reinar» debe ser la deconstruir la política de «unirnos para liberarnos».392 
Reacción imperialista. Tenemos que admitir como lógica la acción de los imperialismosen procura de evitar que la unión de nuestros países se realice, yaque ello es opuesto a sus intereses económicos y políticos.En consecuencia, debemos admitir que la lucha es necesaria. Pero nosotrostambién aprendimos a reducir el costo social de la lucha, porque luchamos porla idea y a través de ella. 

Verdad y justicia. Puede discutirse mucho acerca de si existe o no determinismohistórico. Pero yo tengo, al menos, la certeza de que existe una constanteen el hecho de que el hombre tiene sed de verdad y justicia, y de que cualquiersolución de futuro no podrá apartarse del camino que las satisfaga. 

Trabajar con los pueblos. Para tener éxito en esta empresa, lo esencial resideen trabajar con los pueblos y no simplemente con los gobiernos; porque lospueblos están encaminados a una tarea permanente y los gobiernos, muchasveces, a una administración circunstancial de la coyuntura histórica.  
 
Fin de las oligarquías y burguesías. 

La historia muestra, también, que estáterminando en el mundo el reinado de las oligarquías y las burguesías, y quecomienza el gobierno de los pueblos. Con ello, el demoliberalismo y su consecuencia,el capitalismo, están cerrando su ciclo. El futuro, realmente, es patrimoniode los pueblos. 

La brecha tecnológica. Las diferencias que nos separan de las grandes potenciashan sido ahondadas por la brecha tecnológica.Debemos, entonces, desarrollar tecnología. Pero ello exige una mínima dimensióneconómica que sólo pocos países del «tercer mundo» pueden elaborarsobre la base del esfuerzo nacional. Además, tampoco podrán abarcar la totalidadde la gama tecnológica.Ésta es otra de las causas que exigen la unión de los países que quieren liberarse. 

Falsas virtudes de los extremos. 

Hemos aprendido también que «occidental  Las invasiones militares en que los dos imperialismos han incurrido en losúltimos 15 años,394 a contratiempo de la historia, han constituido un poderosofactor para que el «tercer mundo» asuma la necesidad de su autodefensa.Además, esto evidencia la creación de un derecho no escrito, en el planomundial, que fortifica los principios de autodeterminación y de no intervenciónde los pueblos. Ello tendrá, tarde o temprano, que encontrar el eco adecuado enlas Naciones Unidas para que [éstas]395 adquieran un efectivo poder de arbitraje. 

Autodestrucción de los imperios. 

Las coaliciones imperialistas no impiden quese cumpla una constante histórica: los imperios se autodestruyen. Ya están a lavista algunos signos que delatan una seria pérdida de la capacidad hegemónicaen los imperialismos hasta ayer dominantes.Complicidad de sectores internos. Surge también una experiencia importantepara nuestros países: hay sectores internos cuyos objetivos coinciden con los delos imperialismos. Obviamente, la capacidad de decisión de estos sectores debeser debilitada o anulada.Imperialismo y «tercer mundo». La dinámica mundial no obedece sólo a losdesignios de los poderosos. Ahora responde a una articulación que encuentraimperialismos por un lado y «tercer mundo» por el otro. 

Repito que, en este aspecto, las ideologías van siendo superadas por las necesidadesde la lucha por la liberación. 

El tipo de democracia.

 No siempre los países han definido con exactitud lademocracia que desean, ni han calificado la democracia en la cual viven. Hemosaprendido que ocultar el tipo de democracia que se quiere, constituye la mejormanera de preservar el tipo de democracia que quieren los demás.

 El egoísmo y la sociedad competitiva. 

En el transcurso del tiempo, hemos venidoprogresando de manera gigantesca en el orden material y científico; peroveinte siglos de cristianismo parecen no haber logrado suficientemente, hastaahora, la superación del egoísmo como factor motriz del desarrollo de los pueblos.La sociedad competitiva es su consecuencia.

Esto arroja luz sobre el hecho de que la cooperación y la solidaridad son elementosbásicos a considerar en el futuro. 

El materialismo. 

El pragmatismo ha sido motor del progreso económico. Perotambién hemos aprendido que una de las características de este proceso ha sidola de reducir la vida interior del hombre, persuadiéndolo de pasar de un idealismoriguroso a un materialismo utilitario.El mundo debe salir de una etapa egoísta y pensar más en las necesidades ylas esperanzas de la comunidad. Lo que importa hoy es persistir en ese principiode justicia para recuperar el sentido de la vida y para devolver al hombre suvalor absoluto.Necesidad de una ética. 

La historia nos indica que es imprescindiblemente necesariopromover la ética individual primero, desarrollar después la consecuenteconducta social y desprender, finalmente, de ellas la conducta económica.La libertad se instala en los pueblos que poseen una ética y es ocasional dondeesa ética falta. 

Pensamiento y acción. 

No puede haber divorcio alguno entre el pensamientoy la acción, mientras la sociedad y el hombre se enfrenten con la actual crisis devalores, acaso una de las más profundas de cuantas se hayan registrado. Es posibleque el pensamiento haya perdido, en los últimos tiempos, contacto directocon las realidades del devenir histórico. 

Pero es cierto, también, que ha llegado«la hora de los pueblos» y que ella exige «un pensamiento en acción». 

El imperativo de la comunidad organizada.

 Es por esto que las grandes alternativasque presenta la historia a nuestro país terminan deduciéndose y nopostulándose.Como deducción de la experiencia que viene de la historia, cada día seahonda más el imperativo moderno de la comunidad organizada como punto departida de toda idea de formación y consolidación de las nacionalidades.«Tercer mundo» y «tercera posición». Asimismo, se deduce la consolidacióndel «tercer mundo» y la «tercera posición» como resultantes históricas definidas.La «tercera posición» como unidad conceptual, y el «tercer mundo» como entidadpolítica.Sectarismo y liberación. Finalmente, la más importante de las enseñanzas esla revelación de que los sectarismos no nos conducirán jamás a la liberación. Las  diferencias de ideas son positivas en tanto estén abiertas a una confrontaciónsincera y honesta en busca de la verdad.Encerrarnos en nuestras ideas y procurar imponerlas por el peso de una fuerzacircunstancial significaría caer en el mismo error por el que han transitadoaquéllos a quienes hoy enfrentamos.

CONTINUA
SECRETARIA DE LA JUVENTUD.


CITAS:

391 Se refiere al Acta de Santiago, suscripta 21 de febrero de 1953, por la cual los presidentes de Argentina y Chile (General Ibáñez del Campo) se comprometieron a suscribir el tratado que dejara constituida la Unión Económica entre ambos países dentro de los ciento veinte días. En el artículo 4o de dicho acuerdo se invitaba a terceros países (de América Latina) a adherirse al mismo.  Unión latinoamericana.

392Con este espíritu, 17 años después, el 26 de marzo de 1991, se firmaría el Tratado de Asunción que daría origen al MERCOSUR y que estableció “La libre circulación de bienes, servicios y factores productivos entre países, el establecimiento de un arancel externo común, la libre circulación de personas y la adopción de una política comercial común, la coordinación de políticas macroeconómicas y sectoriales entre los Estados partes y la armonización de las legislaciones para lograr el fortalecimiento del proceso de integración”. El MERCOSUR es un bloque integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela, y que tiene como países asociados a Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú.

394 Se refiere al período 1960-1974.
UPCN Copyrights © 2018 Todos los derechos reservados.